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Monarquía, sí
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Monarquía, sí

Actualizado 13/06/2015
César Gómez-Barthe Celada

La Monarquía ha sido y es una institución clave para la estabilidad de España. Por ello, no creo que en estos tiempos que corren se deba plantear eliminar una institución, que tanto bien ha hecho al conjunto de los españoles, y sustituirla por una República.

Hay que recordar que la Monarquía Parlamentaria es la forma de gobierno que en 1978 se eligió democráticamente con el consenso de las fuerzas políticas y el amplio apoyo de la población española; es en el Título II de nuestra Carta Magna donde se regula, por lo que defender la Constitución conlleva también respaldar la Monarquía Constitucional.
Monarquía, sí | Imagen 1
"El Rey reina, pero no gobierna", es decir, es un mediador, una persona que actúa de árbitro cuando es necesario; que tiene Auctoritas, pero no Potestas. Esta labor imparcial no sería posible en una República, ya que el Jefe de Estado habría sido elegido por el partido político ganador de las elecciones, por lo que su ecuanimidad sería cuanto menos dudosa.
La Monarquía es comparativamente barata y rentable para España, como demuestran los datos: en 2011 percibió 8,4 millones de euros de los Presupuestos Generales del Estado, de ellos, el Rey ingresó 292.752 euros brutos, de los que 140.519 son en base a su sueldo y 152.233 en concepto de gastos de representación. Por lo tanto, tras la aplicación de la retención del IRPF el Rey percibe algo menos de 6.000 euros mensualmente, esto lo podemos comparar con otros salarios como el Defensor del Pueblo (115.376 euros), presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (130.152), presidente del Constitucional (129.271) o mismamente el presidente de la Generalitat de Cataluña que con sus 144.030 euros anuales tiene más ingresos.
Y es que esa retribución que se da a la Monarquía es ampliamente beneficiosa, ya que el Rey en su labor de patrocinio de la Marca España y de los intereses españoles en el mundo obtiene unas ganancias para las arcas nacionales superiores al billón de euros. Por el contrario una República, un sistema que cada cuatro años cambia totalmente, cuesta mucho más; por ejemplo, en Francia la Presidencia de la República absorbe la astronómica cifra de 112,5 millones de euros al año ¿De verdad alguien piensa que nuestro país está actualmente preparado para embarcarse en aventuras tan costosísimas?. Pero es que en comparación con otras Monarquías europeas la nuestra también es módica, ya que la británica cuesta 45,6 millones, la de Holanda, 39,6 millones; la noruega, 25 millones?

an style="color:rgb(88,88,88);font-family:Lato, sans-serif, Tahoma, Verdana, Arial;font-size:14px;text-align:center;background-color:rgb(240,240,240);">La labor de representación exterior del monarca es inigualable, de hecho, aún es reciente cómo Juan Carlos I ha conseguido para las empresas españolas el contrato del siglo, me refiero al AVE La Meca ? Medina que está licitado en más de 7.000 millones de euros y donde participan doce empresas españolas. Esto supone una repercusión enormemente positiva en la generación de empleo, la contratación de trabajadores y también el fortalecimiento de las empresas españolas y el sector económico de nuestro país. El gobierno socialista tuvo que recurrir a la intermediación del Rey para conseguir la concesión de este ingente proyecto, ya que Sarkozy y Francia ofrecían lo mismo por un precio menor, pero fue el íntimo trato personal que existe entre ambas Casas Reales (el Rey Abdullah se refiere a nuestro Rey como hermano) lo determinante para la firma. Precisamente la tan criticada cacería en Botswana fue una invitación a Don Juan Carlos I de un empresario sirio, el cual fue clave para esta concesión y no acarreó coste alguno para las arcas públicas.

El Rey también ha sido determinante para que la ampliación del Canal de Panamá fuera asignada a la empresa española Sacyr Vallehermoso por 2.245 millones o para que el Jeque de Qatar haya comprometido una inversión en España por valor de 3.000 millones de euros.
Un Rey equivale a estabilidad, aporta respeto, experiencia y solidez internacional, porque cada gobernante exterior sabe que este embajador, como es Su Majestad, no va a ser cambiado por otro cada cuatro años en función de un resultado electoral. En las relaciones con Marruecos, sin ir más lejos, es una pieza fundamental, de tal manera que, cuando han existido crisis entre ambos países, el gobierno de turno español ha tenido que acudir al monarca, para que en su especial trato con Mohamed VI, o anteriormente con Hassan II, intercediera y se alcanzase un acuerdo.
Como último apunte, de los muchos que se podrían seguir escribiendo como razones de peso en apoyo de la Monarquía Constitucional, la Casa Real ha cedido de forma altruista y desinteresada a los españoles todas sus posesiones heredadas a lo largo de los siglos, como son palacios, conventos, monasterios, jardines, parques, obras de arte? Y que son gestionadas por parte del Estado Español mediante el organismo público llamado Patrimonio Nacional. Esto nos da una idea de la figura conciliadora, generosa y patriota que es nuestro monarca.
No cabe duda que la tradición inherente a España es la monarquía; durante siglos ha estado vigente y con ella se han identificado la mayoría de los españoles a lo largo del tiempo. Además, las dos fracasadas repúblicas anteriores no generan certidumbre. Es por ello por lo que la considero una importante institución, que debemos conservar, aunque en ella existan algunos aspectos que deban ser modificados.

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