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Fernando Saldaña: "Quienes disponemos del privilegio de ser escuchados estamos obligados a hablar"
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Uno de los artistas más comprometidos de Salamanca

Fernando Saldaña: "Quienes disponemos del privilegio de ser escuchados estamos obligados a hablar"

Actualizado 23/08/2014
César García

El colaborador de SALAMANCArtv AL DÍA reconoce que sus posicionamientos ideológicos le han perjudicado profesionalmente pero no lo lamenta y, por supuesto, tiene muy clara su visión de los espectáculos infantiles en los que "jamás hablo de política ni de

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Fernando Saldaña es uno de los artistas más conocidos y comprometidos de Salamanca que, desde hace más de 20 años, ha pisado todo tipo de escenarios con teatro, magia y cuentos. Además, es un gran dibujante, escribe historias y ha colaborado en programas de televisión y radio.

En la actualidad, su trabajo se vuelca en las narraciones para el público infantil, si bien está impulsando otro proyecto cultural, 'abccuentos' y no falta a su cita semanal con los lectores de www.salamancartvaldia.es , que incluye dibujos y columnas de opinión, cada domingo.

Se trata de un tipo afable, sensible, crítico, solidario, sincero, creativo y, entre otros muchos calificativos, divertido. Hoy lo comprobamos en esta entrevista.

¿Cuántos años llevas en el mundo del espectáculo?[Img #87242]

A ver que cuente? No lo tengo claro? Es que, con seis años actué por primera vez con un grupo de teatro de verdad? Luego, en asociaciones juveniles, en fuegos de campamento? Quizás podamos decir que, viviendo de las tablas, desde 1993. Sí, esa podría ser una buena fecha? Es decir, 21 años, si las matemáticas no me fallan

¿Cómo empezaste y por qué?

A actuar, un poco de casualidad, porque me llamaron siendo un niño. De manera más seria, se juntaron dos circunstancias concretas:

  • El gobierno de Felipe González encarceló, por insumiso, a un amigo mío, compañero del cole en primaria. Creamos un grupo de apoyo y nos planteamos ejercer acciones esencialmente culturales. Así empecé a actuar, como modo de protesta política, en bares, facultades?
  • Al mismo tiempo, en 1993 se inauguró la Cueva de Salamanca. Ya entonces me atraían mucho las leyendas de la ciudad por lo que, desde las concejalías de educación y festejos se me encomendó que contase las historias del marqués de Villena y otras cuantas, a cuantos se pasasen durante las fiestas de San Juan de Sahagún para conocer ese rincón.

Los aplausos, la sonrisa de la gente, el hormigueo en la boca del estómago, el miedo? La paella de la escena estaba servida. No tuve más que hincarle el diente.

¿Cómo has evolucionado como artista?

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Mucho. Muchísimo. En mis inicios, cuando aún no soñaba con vivir de esto, fui autodidacto. Luego conté con un maestro excepcional, Josetxu Morán, con quien compartí años, sueños y actuaciones en Kuro Neko Teatro. En 2000 nos separamos, cada uno tiró por su lado. Entonces empecé a decantarme más por el cuento que por el teatro; años después conocí a una de mis mejores amigas: la magia? Y me enamoré de una forma nueva de trabajar: en solitario, como Juan Palomo. Un día llegó un estúpido y cruel veto municipal. Se me apartó del IME (Instituto Municipal de Educación), se me prohibió contar cuentos en las bibliotecas públicas municipales? Tuve que buscarme las castañas fuera de Salamanca y descubrí que el mundo es mucho mayor que nuestra ciudad. Cuajé en una compañía catalana, El sac, con la que trabajé durante mucho tiempo y crecí como artista. Bueno, y como persona, pero sólo a lo ancho y a la altura de la barriga.

¿Tus posicionamientos políticos han influido en tu trayectoria profesional?[Img #87244]

Sí. Y me encanta. Soy de los que maldicen la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales. Quienes disponemos del privilegio de ser escuchados estamos obligados a hablar, a hacernos oír. Unas veces te reporta alegrías, otras una profunda tristeza (el veto del que hablaba antes es un buen ejemplo).

Aun así, siempre me he autocensurado en un momento. Siempre. Jamás hablo de política ni de religión cuando trabajo con niños. No me gusta adulterarlos. Sé que otros lo hacen desde la tele, desde los púlpitos, pero yo no quiero. Ya tendrán tiempo, cuando crezcan, de entrar en la jungla de dioses y corruptos.

De todos tus montajes, ¿cuál es el que destacarías?

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Voy a decantarme por tres? En la primera época, "Historias del último godo", las coplas de ciego, como las hemos llamado siempre. Yo era el ciego, Josetxu, Alarico, el Lazarillo. ¡Cuánto aprendí y qué bien nos lo pasamos! Después, aunque seguía en Kuro Neko, "Cuando eros posó su cabeza en mi almohada", un espectáculo a caballo entre el monólogo teatral, la narración oral? Una mezcla muy interesante que me ayudó a forjar mi estilo como narrador. En tercer lugar? Sí, creo que sí? "El armario de Mario". Un precioso espectáculo infantil en el que los cuentos y la magia van de la mano (y se hacen novios).

Si tuvieras que elegir entre magia, dibujos o cuentos? ¿con qué te quedas y por qué?

Como oficio, sin ninguna duda, cuentista (me gusta esa palabra). Sí, soy narrador, cuentacuentos? Como cada quien quiera llamarlo. Pero soy eso. Ése es mi oficio.

El dibujo me encanta. Ahora es sólo un desahogo, pero es mi mejor aspirina cuando tengo dolor de sociedad, que es dolencia harto frecuente en mi conciencia.[Img #87246]

La magia es un vicio (insano e incurable) una adicción tremenda que me sirve como complemento ideal para mis historias, para mi manera de entender el espectáculo.

Luego están el teatro, el circo, la radio, la televisión? Otros mundos que en su momento me ayudaron (o me ayudan) a estar donde estoy. Y es que mi mochila está casi tan llena de experiencias, como llenas de corrupción están las sedes políticas.

¿Cómo llevas la labor comercial (buscar contratos, negociarlos, etc.)?

Fatal. Es mi punto flaco. Soy un desastre tanto a la hora de venderme como a la hora (y eso es más preocupante) de cobrar. Se me engaña con facilidad? Y me dejo atrapar por cualquier proyecto solidario (que me convenza) para el que me pidan colaboración.

Con esto de la estafa en la que nos han metido desde hace unos años (algunos la llaman crisis, creo), he tenido que espabilar algo, pero sigo siendo un completo despropósito como gestor.

¿Y los próximos proyectos?

Tantos? Cada día uno nuevo.

Con Carioca Cuentacuentos me he embarcado en abccuentos, un proyecto de promoción de la narración, de divulgación, de formación. Una aventura que está devorando horas y horas, pero que nos está haciendo mirar el oficio con ojos nuevos, como si fuésemos novatos. Y eso es muy bonito. De todas maneras, trabajar al lado de Carioca siempre es enriquecedor: siempre tiene algo que enseñar, algo que aportar.

Fuera de ese proyecto, ando diseñando un espectáculo de calle? Cuentos, magia, un carromato cargado de secretos, libros?

Y ahí ando también diseñando espectáculos nuevos para la próxima campaña escolar. ¡Cómo me gusta contar cuentos en los coles!

Vamos, un no parar. ¡Y que no pare! Un no encontrar nunca el momento de decir colorín colorado, porque este cuento mío no tiene fin.

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