Jueves, 28 de marzo de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Recuerdos
X

Recuerdos

Actualizado 23/08/2014
Manuel Lamas

[Img #82443]

Ya hemos rebasado en ecuador del verano. En poco tiempo, llegará el otoño con su dilatado concierto de matices. El calor habrá deshidratado los campos y, con los primeros hielos, caerán las hojas cubriendo de amarillo los montes. Esas hojas, bajo mis pies, volverán a quejarse con ese sonido hueco que me traslada a los años de la infancia.

En aquellos tiempos se jugaba al aire libre, y los juguetes había que improvisarlos. Pero la carencia de objetos era compensada con el abrazo de la madre naturaleza que nos ofrecía, desinteresadamente, todos sus elementos para la distracción. De esta forma, la espesa hojarasca se transformaba en colchón que amortiguaba los golpes; las ramas, al alcance de los pies, nos convertían en observadores privilegiados de lo que nuestros ojos alcanzaban a ver; la corriente cristalina del arroyo, nos invitaba al chapuzón para refrescar el cuerpo. Al final, cuando la luz declinaba sobre la pradera el canto de los grillos, como tañido de campana, recordaba la hora para volver a casa. ¡Qué bellos recuerdos!

Cuando ha pasado buena parte de la vida y recordamos nuestros pasos, comprobamos que nada es lo que parecía. La ilusión y la fuerza de la juventud nos abandonan antes de alcanzar los objetivos y, por eso, preguntamos: ¿qué hemos logrado? ¿qué se ha conseguido con tanto trabajo? La respuesta es muy complicada, porque, aquello por lo que a diario nos esforzamos, quizá no sea lo mejor y, las metas no alcanzadas, acaso nos salvaran de perecer.

Ocurre así, porque la existencia del ser humano es un viaje hacia lo desconocido. Cada cual traza su propia trayectoria conforme a circunstancias personales que difieren, sustancialmente, de las que sufren los demás. Por eso no sirven los consejos. Si cambian los actores y los contextos son tan diferentes ¿cómo podemos señalar a otros el camino que han de seguir? ¿Quién lo sabe? Es mejor ofrecer apoyo y respeto, lo demás corre de su cuenta. Cada uno tenemos que enfrentarnos al destino con los propios recursos.

[Img #82441]

Es verdad que unos tienen más que otros. Y que, determinadas personas, han de multiplicar sus esfuerzos para obtener menores resultados. Sin embargo, mayores beneficios no garantizan más felicidad. Hay aspectos que no es posible determinar en la condición humana. Nada es lo que parece mientras discurrimos por este mar de ignorancia que conforma la vida. No se trata de tener sino de no crearnos necesidades innecesarias para vivir.

Ya se que la riqueza de algunos se sustenta sobre las necesidades de la mayoría. Y no solo eso: cada día se nos ofrece la gloria a través de las cosas. Esa felicidad al alcance de la mano, no es otra cosa que el anzuelo en el que, ingenuamente, quedamos enganchados. La estancia luminosa y repleta de artilugios que nos ofrece el progreso, a través de los mercados, no se corresponde con la realidad. Pues, al poco tiempo de cruzar el dintel de la puerta, comprobamos que se trata de un espacio enrarecido y herméticamente cerrado. La luz que intuíamos desde el exterior se ha transformado en múltiples reflejos que nos deslumbran y nos impiden volver sobre nuestros pasos para rectificar. Se trata de la esclavitud de nuestro tiempo. La tiranía de esa esclavitud ha penetrado en nuestras vidas a través de una hipoteca basura, de un aval para nuestros hijos insolventes o de un coche que no podemos pagar por haber perdido el empleo.

Como ves, todo no se puede tener. Has de convencerte de que, muchas de tus carencias, son tu mayor riqueza; tu acierto, al no entrar en ese juego desordenado cuyas reglas las imponen los más fuertes. No te preocupes, por tanto, si no cuentas con móvil de última generación; el mismo que utiliza la gente para matar el tiempo.

Has de preguntarte a donde quieres llegar, para saber si el camino que trazan tus pies te conducen con acierto. Pero esto solo podrás ratificarlo al final de tu andadura. Solo entonces, estarás en condiciones de evaluar las consecuencias de tus actos; las decisiones que te han traído donde ahora estás.

Pero no te desanimes si te digo que yo no he llegado a ninguna parte. El conocimiento adquirido no ha despejado mis dudas. Hoy sigo haciéndome las mismas preguntas de ayer, aunque con mayor recelo, porque nadie las puede contestar. Sin embargo, he comprendido que la salud es más importante que las cosas, aunque sean estas, quienes nos roban los momentos y, en lugar de aprender a morir al mundo desordenado que nos acoge, cada día mostramos mayor interés por conocer las innovaciones de la ciencia.

Hora es de pensar en nosotros mismos; de volver a respirar profundamente y a contemplar las nubes, tumbados sobre la hierba, como cuando éramos niños. Nadie puede arrebatarnos esa plenitud.

[Img #82442]

La empresa Diario de Salamanca S.L, No nos hacemos responsables de ninguna de las informaciones, opiniones y conceptos que se emitan o publiquen, por los columnistas que en su sección de opinión realizan su intervención, así como de la imagen que los mismos envían.

Serán única y exclusivamente responsable el columnista que haga uso de nuestros servicios y enlaces.

La publicación por SALAMANCARTVALDIA de los artículos de opinión no implica la existencia de relación alguna entre nuestra empresa y columnista, como tampoco la aceptación y aprobación por nuestra parte de los contenidos, siendo su el interviniente el único responsable de los mismos.

En este sentido, si tiene conocimiento efectivo de la ilicitud de las opiniones o imágenes utilizadas por alguno de ellos, agradeceremos que nos lo comunique inmediatamente para que procedamos a deshabilitar el enlace de acceso a la misma.

Comentarios...