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Javier Fernández, comerciante en Rollán: "las compras en la capital son la ruina para los pueblos"
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Javier Fernández, comerciante en Rollán: "las compras en la capital son la ruina para los pueblos"

Actualizado 18/08/2014
Cristina del Estal

La falta de consumo local supone una lacra para las pequeñas poblaciones, ya que la reducción de la actividad económica conduce a la desaparición de estos municipios

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Las grandes superficies y las franquicias se han asentado en las ciudades, relegando al comercio tradicional. Si bien es cierto que los autónomos salmantinos se ven fuertemente afectados por estos terribles gigantes, la verdadera lacra recae sobre los hombros del comercio rural.

Desde hace menos de un año, Javier Fernández regenta un comercio en Rollán, un pueblo salmantino próximo a la capital, y además es alcalde de Villaseco de los Gamitos, localidad cercana. Como empresario conoce las dificultades a las que se enfrenta el comercio rural y como alcalde está al corriente de los males que acontecen cuando la gente deja de hacer vida en sus propios pueblos.

"El consumo en la capital mata a los pueblos"

"La cosa no va muy bien, la gente se va a comprar a las capitales y eso supone una ruina para el pueblo" decía el comerciante. Javier Fernández manifestaba que la población verdaderamente no se da cuenta de que si se deja de consumir en los pueblos, estos se van a pique. El Estado otorga ayudas en función de la actividad del pueblo y de los habitantes del mismo. Por tanto, si la vida en los mismos se reduce, también se verán reducidas las ayudas, la subvenciones para obras públicas?

"Se tiende a pensar que todo en la capital es más barato y no es así. Además, tienes que añadirle gastos como desplazamiento, aparcamiento, y tiempo" decía el regente del negocio "si te pones a hacer cálculos no compensa, al final todo sale más caro".

Ventajas de las tiendas rurales

Rollán es un pueblo con suerte por tener más de un comercio abierto, pero nadie sabe cuánto tiempo se mantendrá en la posición afortunada. El comercio rural lo mantiene la gente mayor que no tiene posibilidad de desplazarse fuera. No se valora el hecho de tener un establecimiento al pie de casa, o el necesitar cualquier cosa y tenerla al lado. Se ignora la comodidad que estas tiendas ofrecen.

"La intención de mejorar tiene que salir de las personas, que la gente vea lo que es un pueblo e intente potenciarlo" explicaba el comerciante "las localidades pequeñas se están muriendo, es realmente una pena".

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