Ofertorios y romerías: El sentir de un pueblo

Si hay algo que distingue a Salamanca de otras provincias es por su gran variedad de comarcas, con paisajes, gastronomía y arte que la hacen única. Una riqueza al alcance de todos los salmantinos y visitantes que SALAMANCA rtv AL DIA mostrará cada semana. Propuestas turísticas que también pueden conocerse ampliamente en la web de la Diputación de Salamanca http://www.salamancaemocion.es

Ofertorios y romerías: El sentir de un pueblo

En el rico abanico de fiestas populares salmantinas destacan los ofertorios y romerías, una ocasión única para conocer y compartir el sentimiento religioso de un pueblo. Los primeros abundan en los pueblos serranos en verano, cuando las estrechas calles se engalanan con bordados. Indumentarias serranas y festejos taurinos protagonizarán el ofertorio de Mogarraz o el de San Martín del Castañar.

En La Alberca, Nuestra Señora de la Asunción es la fiesta grande el 15 de agosto, completada al siguiente día con la representación del auto sacramental de La Loa. Y otros muchos en Cepeda, Sotoserrano, Casas del Conde o El Cabaco. Pero si prefiere cierta austeridad, las romerías que se extienden por los campos y dehesas charros encierran la pureza de lo auténtico, del sentir profundo.

Con la llegada de la primavera, el municipio de Horcajo Medianero acoge la romería de Nuestra Señora de Valdejimena. Esa misma fecha tiene lugar la fiesta grande de la tierra y de las gentes del ganado bravo en la ermita de Nuestra Señora del Cueto, en Matilla de los Caños.

Y unos días más tarde, el 18 de junio, el Cristo de Cabrera atraerá hasta Las Veguillas a numerosas gentes que peregrinarán desde lugares de toda la provincia.

El Ofertorio y la Loa: La fuerza de la tradición

Hablar de La Alberca es decir tradición: en las calles y rincones, en las casas de entramado serrano y en las arraigadas celebraciones. En este calendario festivo hay dos celebraciones que destacan sobre el resto: el Ofertorio y La Loa, declaradas de interés turístico nacional.

Desde hace más de cinco siglos, el 15 de agosto se celebra el Diagosto, en honor de Nuestra Señora de la Asunción. En la bella plaza mayor, mayordomos y vecinos realizan ofrendas y bailan ante la imagen de la Virgen, ataviados con los más preciosos trajes y joyerías. De hecho, es una ocasión única para contemplar el espléndido traje de vistas de este pueblo, considerado el más vistoso de los trajes regionales en el panorama nacional.

Al día siguiente, junto al atrio de la iglesia, se celebra La Loa. Se trata de un auto sacramental de origen medieval, en el que vecinos del pueblo se vuelven protagonistas de la representación. Ángeles y demonios comparten escenario en una lucha en la que triunfará el bien sobre el mal.