Padres y Miedos ; Miedos y Padres

Compañeros de viaje eternos,pasajeros, anticuados o a la última, con asiento reclinable o

banqueta, de tasca o discoteca, los MIEDOS forman parte de la "superprofesion" de ser padres.

No bajar la guardia y establecer una comunicación fluida en casa ayuda a atenuarlos y favorece el

desarrollo emocional de los hijos, pero a veces y en determinadas edades ¡es tan difícil!; y

además tenemos ese punto de perdida de memoria, que nos impide mirar atrás a esa misma

edad y nuestros comportamientos. En esta epoca estival, donde estan menos tiempo en nuestro regazo y tocan las campanas de fiesta y despegue, todo, absolutamente todo se tiñe de cine negro, nuestro "pasatiempo" preferido, el "autosusto" constante,

"Maravillosas frases como: "Empezaban a estar en una edad difícil... ; aquel no era el mejor

ambiente.... ; tenemos ese temor a que les pase algo malo... ; esas compañías problemáticas...

En fin, uno no para de sufrir".

El miedo es, intrínseco a la condición de ser padres. Va unido y es necesario. Este miedo es el

que diferencia a los padres con responsabilidad e implicación en la educación de sus hijos de los

que ven pasar la vida , la propia y la de sus hijos e incluso la de algún buen samaritano que ejerza

de " padre", aunque sea a tiempo parcial.

Muchos padres se preocupan o nos preocupamos más de lo que dicen o escuchamos por ahí,

que de la realidad que vive nuestro hijo , de la "elite " o " basura" que lo acompaña ; sin pararnos

escuchar, y decidir sobre la realidad de nuestro hijo, no sobre una realidad consustancial a el .

A veces somos o queremos ser ignorantes sobre lo que esperamos en cada edad de nuestros

hijos , ignorantes de que somos nosotros los que marcamos su camino , los que hacemos que

sean autónomos y seguros o llenos de miedos y paranoias mentales ( muchas de ellas cargadas

de ilusiones materialistas de difícil solución ).

Para más inri , hay un doble sentimiento de culpa , marcado por la pérdida de noción de lo que

significa cada edad , con lo que no podemos imaginarnos la situación real, y la culpabilidad por la

falta de dedicación a nuestros hijos y por ende la destrucción del ideal de ser padre que nos

habíamos marcado ( que dañó han echo las películas ) de ahí, que enseguida se asustan o nos

asustamos cuando la realidad no sigue el camino de nuestras " grandes "expectativas. Y ante

esto o después de esto nos asaltan con sus garras afiladas , los protagonistas de nuestras noches

sin sueño, de cábalas interminables y de carencia en las soluciones para nuestros temores ,

nuestros miedos:

- El sexo de nuestros hijos , esa herencia íntergeneracional que no nos abandona. Esa vergüenza

absurda que nos asalta cuando la tratamos con nuestros hijos y nos pavoneamos cuando

hacemos una disquisición de la misma en la sobremesa de un domingo cualquiera.

De la sexualidad hay que hablar desde pequeños. "Si lo hablas con naturalidad no provocas

promiscuidad, sino conocimiento real y profundo de la sexualidad".

- Alcohol y drogas , nos aterran y me aterran , pues las puñeteras estadísticas descubren que su

consumo entre jóvenes ha aumentado y tienen una falta de criterio tan brutal y unas ganas de

romper barreras sin sentido que se lanzan al vacío.Se ha pasado de la ocultación a una

exhibición pública " de quién esta más borracho", que intensifica nuestro miedo. Esto es una

realidad y a veces cuando reaccionamos, la situación se ha ido de las manos. " Hay que

ayudarlos desde niños a crear hábitos de vida saludables",en este miedo también tendría una

lugar especial los trastornos de la conducta alimentaria .

- Las redes sociales... Ese monstruo que nos devora, que crea dos mundos diferentes para una

misma persona , con sus realidades virtuales , llegando a no poder diferenciar cual es cual. Pero

que muchas veces nace de la comodidad , de que los niños estén tranquilos sin molestar, a poder

ser alejados de los adultos para que no interrumpan las veleidades de la conversación. Y cuando

esta termina, los niños se fueron con el monstruo "incontrolable " .

- Las compañías , malas? buenas? El temor eterno. Los padres nunca entendemos como

nuestros hijos se alejan y centran su vida en si mismos . Nos olvidamos de la inseguridad de

nuestra adolescencia y el refugio en nuestra soledad ( a veces musical ) o en nuestros amigos.

Los que pensaban como nosotros , se vestían, peinaban y soñaban lo mismo que nosotros o

ahora lo mismo que nuestros hijos. El grupo no es lo peligroso, lo es el hecho que nuestro hijo

haya elegido ese grupo y no otro, pues pone sobre la mesa las cartas con sus ideales, con su

forma de ver y esperar en la vida. ( menos mal que la vida es evolución ).

- Las expectativas , que hemos depositado en ellos , sin pedir permiso para ocupar su

espacio.queremos al niño perfecto , sociable, extrovertido, guapo,estudioso, inteligente, bueno...

un milagro!! Y si el niño no cumple los requisitos?, catástrofe familiar!!!

Tener un hij@ diferente( que no le gusté el fútbol, ni la moda, ni los grandes grupos, ni todo eso

que imaginamos por ellos ) es una fuente de angustia permanente, ( algunos llevamos por

bandera el ser diferentes ) . Cuando la realidad se impone y nuestro hijo no cumple las

expectativas soñadas el miedo nos corroe, o será el absurdo??

- Y nuestro gran caballo de batalla, generador de guerras internas entre las unidades paternas, la

autoridad: pasamos de una educación coercitiva o una permisiva.El buenrollismo paterno filial ha

dejado en la carretera " papis " exhaustos e hijos incapacitados para la vida. Tanto le allanamos

el terreno ,que la primera piedra, la confundieron con el Everest y se dieron la vuelta.

" Si los padres no ponen esos límites, tarde o temprano la vida se los acaba poniendo. Si no les

has dado la capacidad de enfrentarse a determinadas situaciones, cuando aparezcan las

dificultades no tendrán recursos para afrontarlas", después no sirve llorar ni lamentarse , las cartas

ya están en el tapete.