Uniformados y desinformados

No sé si este tema ya esta obsoleto o no, pero hoy he ido a realizar unas gestiones administrativas, de esas que estamos obligados para poder frenar y acelerar y durante la espera me he dado cuenta la diferente influencia que tiene sobre cada persona el tacto del uniforme.

El sí o no sobre el uniforme escolar se reabre cíclicamente y se manifiestan posturas enconadas. Lo irreconciliable de las posiciones a favor y en contra es, en realidad, mucho más que una manera de vestir, por su significado psicológico y social.

De hecho, hoy me he planteado que efecto le hará el uniforme a mi hijo ( en su colegio lo lleva ) si será o no beneficioso. A mí de momento no me ha acurrido pero, ¿y si a los alumnos les genera una dosis de superioridad con respecto a los que no lo llevan? ¿Sería la revolución de las aulas?

Y digo todo esto, pues no entiendo, que una persona por su posición y "uniforme" en un momento determinado abuse, menosprecie o intimide a otra ,que le esta pagando su servicio y su sueldo, aunque vaya vestido de calle. Incluso ahondando un poco mas, pondría en duda su nivel socio-cultural con respecto al atosigado usuario, y sin embargo, el uniformado, marca "sus" directrices al margen de toda profesionalidad.

Lo que esta claro es que el uniforme produce sentimientos y comportamientos en el que lo viste y en los que lo ven desde fuera: rechazo, admiración, disciplina, seguridad, falta de iniciativa... Según de la percepción de cada cual.

Es una ropa con personalidad propia. Y la duda me atenaza, de hecho no me deja concentrarme en mi trabajo ¿Es el individuo el que lleva uniforme o es el uniforme el que lleva al individuo?

Desde que pongo pie en tierra me cruzo con muchos uniformes, niños, trabajadores, policía, etc. y todos me transmiten algo, y al que lo porta también, mi duda es: ¿será acorde, persona, a lo que lo cubre, tela?

Los uniformes esconden un simbolismo que todos desciframos al instante sin darnos cuenta, estamos hablando de presentación social ante nuestros clientes (el nuestro puede producir hilaridad, que será bienvenida en los días que cruzamos). La sociedad nos pide saber en todo momento quiénes somos dentro de la comunidad.

Una vez amasado toda esta pasta de ideas, sensaciones etc., llego a la conclusión, que quizás no somos lo que vestimos, pero sí estamos obligados a dignificar, respetar, cuidar lo que con ello transmitimos a los demás, pues ese uniforme, ese logo, es el que nos da de comer o nos ayuda a ello y con su deficiente utilización, estamos restando en la cuenta de haberes, nuestra y la representada. Y como uno de los mayores poderes del uniforme es la colectivización, la despersonalización "sine qua non", con su buen o mal uso estamos haciendo una inclusión en nuestros actos, de actitudes contrapuestas a las nuestras.

Y repito la pregunta ¿es el individuo el que lleva uniforme o es el uniforme el que lleva al individuo? Y la completo con la siguiente: ¿Nos podemos contagiar de la personalidad que transmiten, las ropas?

Y como decía en su momento Martí:

"La necesidad de formar una colectividad es intrínseca al ser humano". Mientras esto siga en vigor social, por favor, respetemos el uniforme, el logo que nos identifica y sobre todo al usuario que nos pide la colaboración, aunque solo sea por que esta, de una forma u otra, no és gratuita... y aunque lo fuera.