Almudena Iglesias: "Me sorprende la capacidad de superación que tienen las personas"

El centro de acogida Padre Damián es fruto del convenio de colaboración de las Religiosas de los Sagrados Corazones que cedieron el inmueble a Cáritas para este proyecto. Desde su inicio, el 12 de julio 1999, su misión es ofrecer una atención integral a las personas sin hogar durante los 365 días al año. En él pueden recibir alojamiento, comida, posibilidades de higiene personal, así como ayuda profesional y humana para iniciar un proceso que les conduzca a una mayor autonomía e integración social.

Almudena Iglesias Moro, educadora del centro, junto con el resto del equipo, orientan, motivan y acompañan las vidas de las personas que están sin casa. "Para los educadores es importante reinventarse constantemente, no quedarse con los servicios mínimos, por que las personas necesitamos ilusiones y objetivos bonitos en la vida. Este trabajo me ayuda a mirar el mundo de una manera sensible y me sorprende la capacidad de superación que tienen las personas", explica.

Recuperar una vida digna

El ideal de la casa es ofrecer la posibilidad de encontrar una estabilidad, un hogar donde recuperarse. Como en todos sitios hay buenos y malos momentos. Muchas veces una persona necesita volver en reiteradas ocasiones para completar el proceso de reinserción. También hay casos de reinserción completa. Muchas personas mejoran su calidad de vida y aunque no pueden trabajar, tienen su paga y pueden vivir de forma independiente. Otras personas vienen con sus familias, cuando han realizado esos progresos y muestran su agradecimiento.

Hace unos años la estancia media por días era menor que ahora, en estos momentos la cifra se sitúa en torno a los 88 días, fruto de la situación económica que atraviesa el país. Antes la salida laboral era mejor. Ahora se pide más cualificación y las cosas están más complicadas. Por tanto en el centro se intenta formar y educar a los usuarios. Cáritas Empleo realiza una tarea fundamental en este sentido.

Perfil de los usuarios

A grandes rasgos el 80% son hombres y el 20% son mujeres con edades entre los 35 y 45 años. Rara es la vez que la habitación de chicas, que es de cinco plazas, está completa. En estos momentos el número de mujeres va en aumento y Cáritas se adaptará a ello. Padre Damián comparte el dinero con el resto de asociaciones de Cáritas. El centro recibe subvenciones del IRPF, de Caja Duero, del Ayuntamiento, de la Junta de Castilla y León y de las aportaciones privadas. No obstante, la esencia de Cáritas se centra más a nivel humanitario que económico.

Las personas en acogida han vivido multitud de situaciones dramáticas que han afectado a su salud física y psicológica. No siempre tienen apoyo fuera y tampoco les resulta fácil reconstruir su círculo de amistades reducido a su problemático pasado. La educadora ha explicado "que no suelen surgir situaciones desagradables en el centro. El espacio es acogedor y todos formamos una familia. Cuando surgen problemas fuertes suele ser en momentos muy puntuales cuando cierta persona atraviesa el peor momento de su vida, pero ellos mismos saben autorregularse".

La casa de acogida, situada en la Calle Raimundo de Borgoña 30, pretende sensibilizar a la sociedad a través de los medios de comunicación y realizar actividades complementarias como el voluntariado de verano intensivo durante 15 días donde los usuarios viven una experiencia concentrada. De esta forma se crea una rutina más dinámica y llevadera.