Primarias del PSOE, hacia la refundación o el desastre

Hace 135 años (1879) nació en Madrid el PSOE, con la participación de un salmantino, que recoge en su primer Programa la lucha contra la desigualdad como su razón de ser. Ese partido tiene muy poco que ver con el actual, la recuperación democrática de los 70 trajo un partido casi nuevo siguiendo modelos socialdemócratas del norte de Europa, que rápidamente se han corrompido.

Hoy tenemos un partido socialista de nombre, casi socialdemócrata de principios y casi neoliberal de práctica y maneras. La asunción del "pensamiento único", como se llama ahora a los clásicos planteamientos de la rancia derecha, para afrontar la economía o la forma de entender la democracia, han generado tal falta de credibilidad en su mensaje y dirigentes que llevaron a su desplome electoral. Incluso a la percepción, por parte de sectores sociales que se vieron representados por él en el pasado, de su inutilidad como elemento de cambio y progreso para el país. Las últimas elecciones europeas han lanzado un serio aviso al respecto, desde luego no es en la derecha donde está el futuro.

En esta tesitura, al PSOE no le queda más remedio que replantearse a sí mismo. Este camino puede que se inicie con las primarias del domingo para elegir Secretario General. Pero no sólo ese paso, que abre la participación a los sufridos militantes, resolverá las cosas. El problema no es sólo cambiar dirigentes, retirar la "vieja guardia" por nuevas generaciones, sino que hay que renovar (más bien recuperar) el ideario completo y las maneras de dirigir y de participar en el partido, así como la forma en la que se afronta el poder.

Y a la vista de lo sucedido durante las últimas semanas, no deja de ser curioso que el candidato más viejo sea el que suena más a nuevo. En realidad José Antonio Pérez Tapias no se ha movido mucho de sus planteamientos de siempre, milita en Izquierda Socialista. Esta corriente reconocida por el Partido, ha visto cómo el tiempo le ha ido dando la razón en su crítica y propuestas, a pesar de haber luchado en el ostracismo (durante años ni siquiera se podía reunir en Ferraz). Como las primarias denostadas tanto tiempo, o el combate contra la desigualdad social y la apuesta por políticas transformadoras de verdad que luchen contra ella, sin olvidar la defensa de los servicios públicos, o afrontar la crisis de verdad: la ambiental.

Para los que pensamos que el futuro está en la izquierda, recuperar el socialismo clásico europeo, actualizado con la socialdemocracia, es fundamental; mantener un Estado redistribuidor y garante de derechos y libertades. El PSOE debe volver a su lugar o la sociedad buscará nuevos instrumentos. Estas primarias, si de verdad suponen la regeneración ideológica y del partido, pueden ser el comienzo de una nueva aventura pensando en el bienestar y el futuro de los ciudadanos. Pero si se recupera el camino que enseñó la patita en la sorprendente forma de conseguir los avales de algunos candidatos, será un nuevo fiasco, quizás el último.