Las explotaciones que facturen más de 200.000 euros pasarán a tributación directa

La reforma fiscal del Gobierno de Mariano Rajoy dejará fuera de la tributación por módulos a las explotaciones agrícolas y ganaderas que presentan un mayor volumen de facturación, por lo que a partir de la aplicación del nuevo sistema tributario deberán pasar al régimen de estimación directa.

Este cambio afectará a las explotaciones que facturen por encima de 200.000 euros, umbral que, según el sindicato Asaja, "muchas superan porque efectivamente su nivel de ingresos teórico es elevado, pero eso no significa que los beneficios también lo sean, porque son explotaciones con unos gastos muy fuertes, como pueden ser ganaderías de leche o intensivas, o agriculturas de regadío", una medida que ?además? califica de "error" y que afectará especialmente a Castilla y León por mantener un sector muy profesionalizado y con escasa agricultura a tiempo parcial.

A parte de los cambios de tributación, el principal inconveniente para los profesionales que pasarán a la contabilidad directa es la dificultad que entraña el control de facturas de cada proveedor, según esta OPA, "algo muy difícil en casos como el arrendamiento de tierras", a lo que deberán sumar el gasto añadido que supondrá contar con un servicio de gestión externo para tramitar el alto volumen de "papeleo" que requiere está fórmula tributaria.

Este sindicato recuerda que el sistema de módulos es el elegido por la mayoría de los agricultores de Castilla y León. Se basa en la aplicación de unos índices de rendimiento neto (módulos) sobre los ingresos (fundamentalmente ventas y subvenciones) para obtener la renta de los agricultores. Estos índices teóricos, que varían entre 0,13 y 0,56, son específicos de cada actividad agraria y reflejan la rentabilidad de la misma.

Por ello, desde Asaja defienden la permanencia de este sistema por ser "cómodo y sencillo de aplicar, y prueba de ello es que la cifra de declarantes ha permanecido constante desde la implantación del sistema a finales de los años noventa".

Respecto al resto de medidas fiscales, esta OPA valora positivamente que no se haya elevado más el IVA, impuesto que altera gravemente el consumo y la demanda de alimentos.