Los senderistas del proyecto Enlazados culminan el recorrido del GR 14 en Freixo de Espada a Cinta
Paso por los municipios de Villarino, Pereña, Masueco, Mieza y Vilvestre, donde comprobaron la hospitalidad
La fase senderista del Proyecto Enlazados ha recorrido el sendero GR 14, tomando como punto de inicio el Puente de San Lorenzo (Fermoselle-Trabanca) y concluyendo en Freixo de Espada a Cinta. En este trazado los participantes han podido disfrutar de los caminos que recorrió un día Unamuno y que generó una relación especial con las Arribes del Duero.
Este proyecto de desarrollo rural, llevado a cabo por la fundación Cepaim y dado forma de Experticia en Senderismo por la Escuela de Tiempo Libre Santiago Uno, atendió a los objetivos del proyecto financiado por Obra Social Fundación La Caixa, y la Junta de Castilla y León, llevando a jóvenes migrantes, de origen rural y de colectivos en riesgo de exclusión, a conocer esta zona, recabar información acerca de la cultura y folklore local para poner de manifiesto los beneficios de realizar un proyecto de vida en una zona con tanto patrimonio natural y etnográfico, lleno de oportunidades para el que desee aprovecharlas.
Los senderistas han sido acogidos en todas las localidades y tratados de una forma excepcional: Villarino de los Aires, Pereña de la Ribera, Masueco, Aldeadávila de la Ribera, Mieza, Vilvestre, Saucelle y Freixo de Espada a Cinta. "Dentro de las posibilidades de cada localidad, nos han atendido maravillosamente", señalan sus promotores.
Los participantes resaltan la maravillosa atención de Mariví Filgueíra, técnico de Turismo de Villarino; la Corporación local de Pereña; Marceliano Sevilla, alcalde de Masueco, que compartió con ellos toda la jornada; al párroco de Aldeadávila, Alberto Holgado, que le mostró la torre de la iglesia; la hospitalidad de los habitantes de Mieza, que los agasajaron con sus deliciosas cerezas; la maravillosa acogida y viandas en Vilvestre, con las delicias de su panadería; o las geniales instalaciones de Saucelle. Se concluyó con una estupenda acogida en Freixo, con su magnífico guía local, que mostró las maravillas del pueblo y al día siguiente nos acompañó en el barco fluvial por el Duero hasta el final de nuestro destino en Vilvestre.
Con una satisfacción tremenda, los senderistas esperan con ilusión las próximas actividades de este proyecto, para seguir contagiando su alegría por las tierras del oeste salmantino.