“Las empresas de construcción que no se especialicen, a corto plazo, estarán abocadas al...

Optimista, pero con matices. "Se está empezando a reactivar la promoción, la venta, la rehabilitación y la reforma. Poco a poco se ha alejado el fantasma de la crisis y se está perdiendo el miedo a invertir y reformar". Así se muestra Juan Manuel Gómez, presidente de la Asociación de Empresarios Salmantinos de la Construcción, AESCON y de Confaes, que afirma que uno de los retos del sector "es conseguir mano de obra especializada".

- Los últimos indicadores económicos apuntan a una recuperación de la construcción. ¿En qué situación se encuentra Salamanca?

Creo que ya podemos hablar de una tendencia al alza en el sector. Los datos que vamos teniendo nos indican que la situación mejora, tanto en la obra pública como en la promoción, pero es verdad que todavía a un ritmo más lento que en otras ciudades españolas.

- En relación a ciudades de su entorno, ¿el suelo es barato, caro?

Durante la crisis, el suelo fue uno de los índices que elevó los precios, pero ahora la verdad es que están más contenidos porque en este momento las operaciones de compra de suelo son escasas.

- ¿Es Salamanca una ciudad cara para comprar una vivienda?

El precio de la vivienda, como en otras zonas, se ha regulado por las propias leyes del mercado. Ahora la tendencia es que los precios vayan subiendo en toda España. Será algo que se registre en el sector de forma generalizada y Salamanca se verá arrastrada por esta tendencia. Por eso, desde AESCON animamos a aquellas personas pendientes de comprar a que lo hagan ya, porque los índices del último trimestre ya están recogiendo una subida de precios de un 8%. En las grandes capitales y en la costa incluso se detectan precios previos a la crisis, una situación que a corto plazo llegará también a Salamanca.

- ¿La ciudad y el alfoz tienen stock sin vender suficiente para atender la demanda o se necesitan nuevas promociones?

En Salamanca el stock es más bajo en comparación con otras ciudades del entorno, por varios motivos. Porque se ha reducido en los últimos años, y porque durante los años previos a la crisis no se construyó tanto como en otras zonas. Salamanca entonces no se vio tan golpeada por la crisis y, al no contar con tantas promociones paradas, a corto plazo, podemos hablar de tener un stock estructural.

- Todavía quedan, en algunas localidades del alfoz, esqueletos del ladrillo, ¿será pronto una imagen para recordar?

Ojalá fuera así, pero es algo que tardaremos en ver. Hoy por hoy es difícil, porque la gran mayoría está en manos de bancos. Poco a poco parece que se está reduciendo, pero falta todavía. Además, poco a poco, el stock de vivienda irá desapareciendo, siempre y cuando logremos frenar la despoblación en nuestra provincia. De hecho, en nuestro alfoz la tendencia general es a la reactivación, tanto de la venta como de la construcción.

- Tras la burbuja inmobiliaria, las administraciones apostaron por la restauración y rehabilitación de viviendas para crear empleo en el sector. ¿Ha funcionado esta medida?

La restauración y la rehabilitación ha sido una especie de salvavidas para el sector durante estos años de crisis. Ha servido para mantener el sector y para paliar la crisis en materia de empleo, aunque creo que desde las administraciones se podía haber hecho más, y complementar estas políticas de apoyo al sector con medidas para fomentar la inversión.

- ¿Han aumentado las contrataciones por parte de las administraciones?

La tendencia es sin duda al crecimiento. Y la previsión es incrementar la contratación de obra pública.

-¿Teme que, a corto o medio plazo, pueda aparecer otra burbuja?

En principio, la economía es cíclica y pasada esta crisis, lo lógico, es remontar, y entrar en un ciclo de crecimiento.

- La construcción es un sector clave a la hora de generar empleo en la provincia ¿cuántas empresas hay registradas y qué número de trabajadores?

En un sector clave, especialmente en una provincia como la nuestra con poca industria, ha sido uno de los sectores que ha generado el empleo, no solo por la creación de puestos de trabajo directo sino también por los indirectos. No podemos olvidar que en Salamanca este sector aglutina a más de 1.200 empresas y más de 5.000 trabajadores.

- ¿Sigue existiendo intrusismo y competencia desleal? ¿Cómo se puede luchar?

Sí, por supuesto sigue habiendo empresas que continúan con estas malas prácticas. Es una gran preocupación para nosotros desde hace muchísimos años, no olvidemos que AESCON representa al sector desde hace 40 años. AESCON fue una de las asociaciones de construcción pioneras en esta lucha contra el intrusismo, y en lanzar campañas de información y concienciación para paliarla. Todos los años hacemos campañas de información a las empresas y a las comunidades de propietarios, además de colaborar con la inspección de trabajo, porque es algo que perjudica a todos. Se puede luchar contra ello, todos juntos, desde una asociación fuerte, porque cuanto más unidos estemos mejor. Esta es una de las líneas de trabajo de la asociación, además de otros muchos servicios que damos a nuestras empresas asociadas.

- ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta este sector?

Conseguir mano de obra especializada, porque durante la crisis los trabajadores que se han quedado en paro se han recolocado en otras actividades y ahora registramos una carencia de personal cualificado. También la incorporación de las nuevas generaciones de empresarios a las empresas familiares, algo que no siempre resulta una tarea fácil.

- ¿Hacia dónde tenderá el sector de la construcción?

Una de las cosas que nos ha hecho ver la crisis es la necesidad de diversificación y de especialización. La tendencia es que haya empresas más pequeñas pero más especializadas. Esto será de obligado cumplimiento, porque las empresas que no se especialicen, a corto plazo, estarán abocadas, al cierre.

- ¿Hay motivos para ser optimista?

Sí, pero con matices. Yo hablaría de que entramos en una etapa de optimismo moderado. Las empresas nos transmiten una perspectiva menos pesimista que hace unos años, porque se está empezando a reactivar la promoción, empezando la venta, la rehabilitación y la reforma. Poco a poco se ha alejado el fantasma de la crisis y se está empezando a perder el miedo a invertir y reformar.