Viva el diferido (diferit catalá)

Artículo 155 en diferido contra la autonomía catalana (Rajoy). Declaración de la independencia de Catalunya, en diferido (Puigdemont). Reforma de la Constitución del 78, acordada entre PP y PSOE (Rajoy y P. Sánchez), también en diferido !Viva el diferido¡, palabro "inventado por Cospedal para explicar el inenarrable contrato del ahora condenado Bárcenas.

¿Diálogo y mediación "paqué"? Ya vimos que los diputados catalanes Albiol (PP), Arrimadas (Cs), e incluso Iceta (PSOE), no entendían el diálogo que pedía Puigdemont como una claudicación del independentismo. No se traficará con la soberanía nacional, ni con una descafeinada república catalana ni nada parecido. Solo se negociará, en tal caso, un cupo económico (a la vasca), más "pelas", más competencias autonómicas, etc. Bueno, eso ya se intentó hace tiempo y tampoco resultó.

De qué y con quién va a negociar la Generalitat, y en qué marco jurídico, si ya están voceros del PP aludiendo al art. 155 y al art. 116 de la Constitución, ansiosos de represión y escarmiento. Y Cs huele la sangre de las víctimas y quiere acabar con Puigdemont y los "indepes".

¿República catalana, sí o no? Ni sí ni no, sino todo lo contrario. La declaración del presidente Puigdemont primero diciendo que sí, pero inmediatamente la suspende desde ya para negociar, es bastante ambigua. Y también resultó frustrante para los "indepes" de verdad, aunque algunos se rasguen las vestiduras. Puigdemont, Artur Mas, Junqueras, los líderes de la ANC y de Omnium Cultural, serán castigados doblemente, por el pronunciamiento independentista de pacotilla y por su suspensión posterior también de quincalla.

Los exacerbados ímpetus del independentismo han resquebrajado Cataluña. La enfurecida respuesta de los constitucionalistas ha empeñado la política en un proceder autoritario y represivo. Y la izquierda sigue incapaz de formular un proyecto de estado que congregue los disentimientos. Estamos abocamos a un futuro sombrío si dejamos a las fuerzas más conservadores la solución al problema catalán y la reforma de una nueva constitución española. PP y Cs han cedido a la ultraderecha el liderazgo en movilizaciones y redes sociales contra el "procés" catalán y contra quienes solicitan diálogo y más democracia.

Sin embargo, para embarrar aún más la crisis catalana, abunda últimamente el ataque de bastantes voceros mediáticos y empresariales que andan invocando al demonio de las peores calamidades. Auguran grandes catástrofes económicas, las mil y una plagas de la ruina, si los catalanes deciden unilateralmente su independencia (y si fuera por consenso, también). Decisiones empresariales suicidas y traidoras que provocan más inquietud e inestabilidad en los mercados y en los ciudadanos .

¿Dónde estaba antes esta gente del poder financiero que huyen ahora? Por ejemplo, qué hacían y decían durante la crisis española, los recortes bestiales y el aumento de la desigualdad y pobreza ¿Nos defendían ­?al consumidor, al impositor, al ciudadano?, cuando el Gobierno del PP y la Troika nos hacían doblar la rodilla con la inútil y sangrienta reforma laboral y los recortes?

El tema catalán no se soluciona solo con represiones brutales ni con los discursos borbónicos ni empresariales. Muchos políticos y empresarios han arrojado demasiada gasolina al "fuego catalán" con sus furibundas e irresponsables declaraciones y actuaciones.

Se necesita un diálogo sincero y constructivo, sin imposiciones. Sin embargo, Rajoy no hace nada ?es inane? y deja que sean los jueces, fiscales, la policía y la guardia civil, los que se coman el marrón de la represión y de los excesos. Luego permite al rey que le saque las castañas del fuego de la legalidad institucional incumplida. Y al final, son los mercados y poderes financieros los que han echado una mano de hierro al inactivo Rajoy, enviando sus "tanques de salvación". Pero por lo que estamos observando Pedro Sánchez ahora le supera: ha aprendido muy deprisa, no decide, ni dice ni hace nada, también.

A última hora, la "bajada de pantalones" de Artur Mas agrieta el bloque soberanista, acojonado por la salida masiva de empresas y capitales, por el grado que está adquiriendo el "procés", o porque ha pactado ya sobre sus inmolaciones e imputaciones. "Cataluña no está lista para la independencia real", dijo Artur. Apaga y vámonos? Y al final llegó la confusa y esperpéntica puesta en escena de Puigdemont con una proclamación ?suspendida? de la república catalana, que ni chicha ni limoná. A los dos les van a dar por todos lados y en el carnet de identidad español: los constitucionalistas, los jueces y la policía, Hacienda, los mercados financieros, los suyos, la CUP y la ciudadanía catalana en general. Les espera, a Mas y a Puigdemont, igual destino final que a Mussolini. Claro, no de arrebato y muerte física, pero sí electoral y como estadistas, por fracturar Cataluña política y socialmente, y por engañar a los "indepes", a los suyos.