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Tiempo de júbilo con Santa Teresa de Jesús 
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SUFICIENTES MOTIVOS PARA PEREGRINAR A ALBA

Tiempo de júbilo con Santa Teresa de Jesús 

Actualizado 25/09/2017
Miguel Ángel González

Alba de Tormes guarda una gran riqueza de recuerdos teresianos, la villa ducal es memoria viva de riqueza espiritual, siempre de actualidad para la vida cristiana con Teresa de Jesús

Ávila, ciudad típica de Castilla, que vio nacer a nuestra Santa dentro de sus murallas, dónde el 28 de marzo de 1515 comenzaba a latir un corazón de niña, de mujer, de santa, cada vez más ensanchado para albergar el Amor. Nacía a la vida en la tierra.

Alba de Tormes, Villa Ducal, dónde el 4 de octubre de 1582 comenzaron los pasos de eternidad de la Santa andariega de los caminos de Dios. Allí nacía a la vida eterna. En el silencio de la celda monacal donde terminó su vida aquí abajo, resuenan sus palabras con renovada fuerza: "Ya es tiempo de caminar".

Tiempo de caminar es para todos los que se acerquen a la Santa en el próximo Jubileo Teresiano concedido por el Santo Padre el Papa Francisco para Ávila y Alba de Tormes, por coincidir en domingo el próximo 15 de octubre, fiesta anual de Santa Teresa de Jesús. En la sala de reliquias del convento de La Santa, en su Casa Natal de Ávila, los Carmelitas Descalzos guardan celosamente preciosos recuerdos teresianos; se puede contemplar entre ellos un billete escrito de su puño y letra. Reza así: "En las fiestas de los santos considere sus virtudes y pida al Señor se las dé".

Un año entero para recordar a Teresa

Tiempo de júbilo con Santa Teresa de Jesús  | Imagen 1A partir del próximo 15 de octubre y a lo largo de un año entero, vamos a tener, cada día, el recuerdo de Santa Teresa. Se nos da así la posibilidad de considerar su vida y su obra y de tenerla especialmente como intercesora y ejemplo vivo a seguir.

Tiempo de caminar es el que la Iglesia nos regala bajo la guía segura de la que es maestra sin igual de vida cristina. Tiempo de caminar por los caminos que ella recorrió, encontrando en ellos la alegría del Evangelio. Para esto ha de servirnos el Año Jubilar que se acerca, para recorrer esta peregrinación según el consejo de San Juan de la Cruz en la canción segunda de la Llama de Amor Viva:"Siempre el alma anda como de fiesta, y trae en su paladar un júbilo de Dios grande y como un cantar nuevo siempre nuevo, envuelto en alegría y amor". Así se nos invita a andar por los caminos de Santa Teresa, de Ávila y Alba de Tormes, cuna y sepulcro de la que es Madre y Maestra porque enseña amorosamente a través de sus escritos.

El Adaja y el Tormes arrullaron los primeros y los últimos latidos de un corazón cuyo latir postrero en el Carmelo albense es, a la vez, el latir primero de una eternidad.

Ya es tiempo de caminar desde Ávila hasta Alba de Tormes para encontrarse con Santa Teresa, siempre viva, como escribiera Fray Luís de León, tanto en sus libros como en sus seguidores espirituales.

Ávila: Casa Natal que vio nacer a la niña Teresa; el monasterio de La Encarnación dónde vivió la mayor parte de su vida; El monasterio de San José cuna de la Reforma Teresiana y estrella que según el decir de la Santa daría de sí gran resplandor. Lugares teresianos de capital importancia.

En camino con Santa Teresa de Jesús desde Ávila hasta Alba de Tormes, recorremos importantes lugares muy transitados por los dos santos místicos del Carmelo, por dónde ellos han pasado y por donde ha ido quedando Dios para que nosotros lo encontremos. Algunos de ellos son bien conocidos y dignos de peregrinación jubilar: Gotarrendura, recordatorio de los ascendientes familiares de la Santa; Fontiveros con los recuerdos de la niñez de Juan de Yepes; Duruelo y Mancera con la sencillez de la presencia allí de los grandes santos en la quietud del campo; Peñaranda de Bracamonte con su emblemático Carmelo; y, andando el camino divisamos ya a lo lejos la Torre del Homenaje del castillo ducal.

Vinculos de familia, amistad y fe con Alba

Motivos de familia, de amistad y de fe vinculan a la Santa andariega con Alba de Tormes. De familia por haber tenido aquí a su hermana Juana de Ahumada y a su cuñado Juan de Ovalle, más sus sobrinos Gonzalo y Beatriz de Ovalle; amistosos por su trato de especial cercanía con la Duquesa de Alba; y religiosos por fundar en la Villa su Carmelo en 1571 y por terminar en él su vida en la tierra en 1582. Motivos de familia, amistad y fe han de mover nuestros corazones en este Año Jubilar. De familia por ser Santa Teresa tan familiar para todos; de amistad porque ella nos invita al trato de amistad con Dios; y de fe porque ella nos enseña a custodiar el tesoro de la vida cristiana.

Motivos para peregrinar a Alba de Tormes

Peregrinar a Alba de Tormes significa encontrarse con Jesucristo por medio de quien lo ha encontrado y nos conduce hacia Él; significa dejarse llenar del espíritu de la Santa que aquí se respira. El Carmelo de Alba de Tormes, en sus dos comunidades de Carmelitas Descalzas y de Carmelitas Descalzos, en armonía fraterna, custodia y cuida amorosamente el sepulcro de la Santa y los lugares dónde se respira a Dios por haberlos santificado ella con su presencia y por haber dejado aquí la huella indeleble del camino del cielo que a todos se nos invita a seguir.

Contemplar la plazuela que vio el atardecer de la vida da la Santa al cruzar el umbral de la clausura aquella tarde del 20 de septiembre de 1582; pararse ante la fachada del convento e iglesia de la Anunciación del Carmen, conservada como la vio la Santa y en cuya fundación trabajó también San Juan de la Cruz llegado a tal efecto desde Mancera; la posibilidad de orar a pocos metros de su sepulcro en el camarín alto como hiciera en su día, peregrino de esperanza, el Papa San Juan Pablo II; visitar la iglesia que alberga su memoria viva; detenerse en la celda de su muerte; orar ante las reliquias teresianas del corazón y el brazo, signos de amor y trabajo a Dios y a los hermanos, por Dios y por ellos; recogerse en silencio orante en la capilla del sepulcro primitivo, en la cual grandes santos como San Enrique de Ossó, San Pedro Poveda, o Santa Cándida de Jesús han tratado también de amistad con Dios, e incluso hasta el mismo Papa santo Juan XXIII; ver cómo el templo ha ido agrandándose con el transcurrir de los siglos al paso del espíritu de Santa Teresa que engrandece a la Iglesia universal; adentrarse en su vida y doctrina en el gran museo CARMUS de las Carmelitas Descalzas; visitar el centro teresiano de los Carmelitas Descalzos y entrar en la primera iglesia dedicada en todo el mundo a San Juan de la Cruz? todo ello contribuye a descubrir la huella de los dos místicos carmelitas.

Esta riqueza de recuerdos teresianos es memoria viva de riqueza espiritual, siempre de actualidad para nuestra vida cristiana por la historia a la que remite y por la perenne vitalidad del espíritu a la que llama.

Por eso, peregrinar a Alba de Tormes en el Año Jubilar Teresiano que se acerca debe ayudarnos a vivir mejor el Evangelio de Jesucristo y ha de marcar un antes y un después en nuestra vida cristiana. Debemos recordar las condiciones que la Iglesia establece para el Jubileo, y en Alba de Tormes además tenemos la posibilidad de celebrar la Eucaristía recordando que aquí vivió la Santa su última Misa y recibió por última vez la Eucaristía. También tenemos la posibilidad de celebrar el sacramento de la penitencia en el lugar en el que la Santa ha recibido por última vez la misericordia de Dios antes de su partida hacia la eternidad. También podemos orar por las necesidades de la Iglesia y del Papa en compañía de la Santa que muere feliz por hacerlo en la comunión de la Iglesia. Aquí podemos sentirnos en unión con Jesucristo, con la Iglesia y con todos nuestros hermanos.

Narra bellamente la Beata Ana de San Bartolomé el momento de la muerte de Santa Teresa en Alba de Tormes. Ella es un testigo excepcional, y de su valioso testimonio entresacamos una de sus afirmaciones, con el deseo de que el Año Jubilar Teresiano que Dios nos concede vivir nos sirva para florecer espiritualmente y que nuestros desiertos espirituales se conviertan en vergeles y nuestros estiajes interiores en primaveras fecundas: "También vio esta testigo y otras religiosas a la mañana siguiente que un arbolillo seco y que nunca había llevado fruto, que estaba en un campecillo que caía delante de la celda donde la dicha madre Teresa de Jesús estaba muerta, estaba cubierto de flor y blanco como la nieve; lo cual pareció cosa milagrosa, lo uno por ser a cinco de octubre, que es el rigor del invierno; lo otro, porque el dicho arbolillo estaba seco y nunca había llevado flor".

Es en el campo diario de la vida cotidiana es dónde se nos invita a florecer; esta realidad la podremos vivir si somos amigos fuertes de Dios y amigos de la Madre Teresa de Jesús. Tengamos en cuenta que, para ser sus amigos, hemos de vivir la alegría del Evangelio en este Año Santo, pues nos dice de ella la misma Beata Ana de San Bartolomé que "no era amiga de gentes tristes, ni lo era ella, ni quería que los que iban en su compañía lo fuesen. Decía: Dios me libre de santos encapotados". Esta es la manera de viajar de la Madre Teresa por los caminos de Dios y los de la geografía española; esta ha de ser nuestra misma manera en nuestra peregrinación jubilar a Ávila y Alba de Tormes.

Tiempo de enriquecimiento espiritual

Tiempo de gracia es el que la Iglesia nos concede por medio de este Año Jubilar. Tiempo que debemos aprovechar para enriquecernos espiritualmente con la riqueza que Santa Teresa quiere compartir con nosotros. En todo tiempo, y en especial en este año es tiempo de caminar a Ávila y Alba de Tormes siguiendo los caminos del espíritu de la Santa andariega que nos conduce por sendas de alegría de Evangelio. Ya es tiempo de caminar?

Miguel Ángel González, prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes

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