Bollos y rosas en la festividad de Santa Rita

Hoy se ha celebrado la festividad de Santa Rita, con una misa en la iglesia de Santa Mª la Mayor. Al finalizar las mayordomas Mª José Ruíz Jarillo y Lucila Velasco Gómez, han repartido 130 bollos y rosas entre los asistentes, una tradición heredada por la familia Velasco desde hace varios lustros, cuando la hermana de Lucila, de nombre Mª Rita, se hizo cargo de este convite por llevar el mismo nombre de la Santa.

Santa Rita de Casia, fue una religiosa italiana canonizada por Urbano VIII en 1627. Obediente con sus padres aceptando el matrimonio que éstos la impusieron, aunque ella quería ser monja y maltratada durante su matrimonio, consiguió convertir a su marido, del que tuvo dos hijos mellizos. Tras el asesinato de su esposo, intentó profesar en la orden de las Agustinas de Santa Mª Magdalena, pero no fue aceptada por no ser virgen. Sus hijos murieron de muerte natural, solicitada por Rita a Cristo, ante el temor a que sus almas se perdieran intentando vengar la muerte de su padre que pereció asesinado por su mala vida antes de ser redimido. Libre de cargas familiares, fue al final aceptada en el convento.

Según la tradición, una noche Rita recibió, de manos de Cristo, una larga astilla de madera que se clavó en el hueso de su frente, símbolo de la corona de espinas, aunque se la quitaban, cada madrugada el estigma volvía a aparecer.

Sus atributos son las rosas y las abejas, las primeras, debido a que Rita pidió a su prima que le llevara una rosa en pleno invierno y ésta encontró una en el jardín del convento, por lo que se la considera intercesora de las causas imposibles, y también porque su marido le prohibía dar de comer a los pobres y un día que salía de casa con un pan escondido bajo la ropa, él le quitó el vestido para descubrirla y el pan se convirtió en rosas.

Las abejas blancas estuvieron ligadas a la vida de Rita desde su nacimiento, dándole miel directamente en su boca y después a través de un episodio con el papa Urbano VIII, que las estudió y las llevo en su escudo papal. Muchos años después de la muerte de Santa Rita las abejas blancas surgieron de las paredes del monasterio durante la Semana Santa, manteniéndose alrededor de los muros hasta el día 22 de mayo, en que se celebra esta festividad.