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Nanas para un niño inesperado
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ENTREVISTA CON LA ESCRITORA CHARO RUANO

Nanas para un niño inesperado

Actualizado 07/05/2017
Charo Alonso

Hay detrás de cada verso adulto de Charo Ruano una profunda hondura, en cada línea para niños una profunda ternura. Una fidelidad tenaz a la palabra, al intercambio, al trabajo bien hecho, a los libros, a los autores, a su editorial de siempre, AMARÚ, la

Hace tiempo escribí que detrás del afilado perfil inteligente y de la seriedad recia y castellana de Charo Ruano hay una niña traviesa que se divierte cocinando bizcochos de rimas que suben hasta tocar el cuerno de la luna, ese en el que rielaba Catalina y ahora se mece la cuna. Porque Charo es una niña sabia de adivinanzas, decires, retahílas, juegos y nanas con las que llenar la noche, aquella del largo poema en 1984 que ya lleva muchos versos y besos a lo largo de un súbito temblor de espumas, el de su afilada escritura.

A Charo se la espera, pero ha sido en el 2016 cuando nos ha sorprendido con la entrega del Temblor inesperado, su último libro de versos. Una narración desolada de la enfermedad con la que afrontar la dolorosa consciencia de la vida, de la soledad y, por qué no, de todo lo hermoso que nos roba la prisa. Y es esa consciencia de lo efímero y lo eterno, de lo inesperado, lo que se convierte en nana, en arrullo, en consciencia del cuerpo que se entrega para dar calor, ánimo, vida, alimento, poesía y alma. Ya no es la enfermedad, sino la vida y su canto. Charo Ruano, la periodista incisiva, la crítica literaria implacable, la poeta que tanto conocemos nos ha escrito un libro de Nanas y nos arrulla el oído con esos versos breves y concisos con los que nos hizo sabios en Temblor y nos acuna ahora con estas Nanas para un niño inesperado.

-Charo, después de un libro tan doloroso, tan adulto, tan narrativo como Temblor es un regalo leer estas nanas llenas de alegría y de esperanza?

Es cierto, siempre escribir para niños, tiene esa connotación de juego, de alegría, de música? Y aunque los dos libros han ido en paralelo, creo que las Nanas me salvaron de la tristeza pegajosa que se pudo quedar con Temblor

-Después de una trayectoria de poesía tan sólida como la tuya ¿Cómo abordaste la poesía para niños en 1993 con tu ya imprescindible Catalina lina-luna?

Como un reto, alguien me dijo, tú deberías escribir para niños, seguro que lo haces bien, y en unas vacaciones intenté el primer poema de Catalina. Al principio fue desesperante y acabé convencida de que aquello no era lo mío? aunque hice el poema. Luego un día algo hizo clic en mi cabeza y fue como encontrar la llave para acceder al mundo infantil. Catalina me ha dado tantas, tantas satisfacciones?

-Muchos autores se vuelcan en la literatura para niños ¿Es una necesidad editorial, un deseo genuino, una moda?

Los niños ahora tienen de todo y mucho y ese todo incluye los libros, me lo dijo una sabia Ana Mª Matute hace muchos años? Me parece bien que haya una buena oferta, pero creo que habría que ser más riguroso con lo que se publica, porque a veces en esa cantidad desmesurada de libros para niños, van cosas absolutamente infumables; publicar literatura infantil da acceso a los colegios a veces y ahí las editoriales no quieren perder comba y algunos autores tampoco, ¿Moda? El público infantil no es fácil, y el deseo no basta, ser un buen autor infantil no es sencillo, eso desde luego

-En 1997 publicaste la historia de una niña lectora, esa María que era una polilla de los libros ¿Cómo invitamos al niño a leer? Y lo más difícil ¿Cómo mantenemos el amor a la lectura en el adolescente?

Por contagio, como el amor o la gripe, la afición a la lectura se contagia, salvo casos excepcionales. Lo que ocurre es que cuando el niño es pequeño le leemos, le contamos y lo hacemos como una obligación, pero en cuanto sabe hilar dos frases lo dejamos solo y al niño se le viene el mundo encima, hay que leer con ellos, leer en voz alta a dúo, en clase? Por supuesto en la adolescencia será más difícil, pero si hay buenos cimientos? ¿Cuántas adolescencias difíciles han salvado los libros?

-El mundo de la literatura oral infantil, retahílas, adivinanzas, juegos de palabras está presente en tu Catalina y en Poemas, versos, letras, libro del 2002 ¿Cómo abordaste el estudio de estas formas líricas tradicionales para recrearlas?

Surgió así, me da un poco de vergüenza reconocerlo, pero en literatura infantil y en la adulta, tomo las cosas un poco como vienen?Y en mi ADN están las retahílas, los juegos de palabras, las noches en que se iba la luz en el pueblo y los adultos jugaban con nosotros?y si de algo puedo presumir es de buena memoria, reivindico absolutamente la memoria, como ese almacén en el que acumular las cosas maravillosas o no tanto, pero necesarias e imprescindibles siempre

-El niño toma el lenguaje como un juego, con un ritmo esencial y especial que recreas magníficamente ¿Cómo lo haces? ¿Oído, amor al niño?

Oído, yo vengo del mundo de la música, de la radio permanentemente puesta oyendo canción tras canción, del coro del colegio? y tengo claro que si algo no puede fallar nunca en poesía es el ritmo, y en literatura infantil más, y bueno los niños son mi debilidad absoluta. Amor y oído, está muy bien esa mezcla para definir lo infantil

-Has subvertido un cuento clásico, el de Hansel y Gretel con El bizcocho de canela en el 2006 ¿Son todas las brujas tan buenas, tan maravillosas cocineras? Por cierto, mi hija pregunta por qué se encogen las escobas con la lluvia?

Fue un atrevimiento por mi parte, pero debo reconocer que me gusta mucho como quedó ese libro, mi generación era más de brujas que de hadas, las hadas y las princesas pues no, y mi ideal de vida? literatura, soledad, creación? aislamiento? casaba mejor con las brujas, ¿buenas? Pues habrá de todo, pero Griselda es como una abuela maravillosa, lo que nunca será es un hada, porque las hadas no envejecen ¿no? Y tú ya deberías haberle explicado a tu hija eso de que hay cosas que encogen con la lluvia, y a mí se me ocurrió que por qué no las escobas.

-La nana es una forma poética ancestral, ligada al ritmo del arrullo, del movimiento intuitivo de la madre para dormir al niño ¿Cómo te decidiste a trabajar con esta forma lírica tan esencial?

No lo decidí, una amiga iba a tener un bebe, inesperado absolutamente. Había visto en la librería un libro de nanas horroroso esa mañana y me duraba la impresión, yo puedo hacer esto infinitamente mejor. Por eso me puse a ello y le hice un par de nanas o tres al niño que venía en camino, le gustaron y luego ya no pude parar, unas fueron tirando de otras?Lo que no sabía o imaginaba es que a tanta gente le gustaban las nanas, así que estoy encantada.

-Ese tú lírico que es el niño que debe dormir? esa criatura que busca lo esencial, el sueño, la comida, el calor, el afecto merece el poema y hay en tus versos un amor y una emoción infinita, Charo?

Estamos hablando de un bebe, ¿Hay algo más tierno, más verdadero, más esencial que ese ser que te busca y se agarra a tu blusa y te va reconociendo?Y a medida que crece y te abraza y te tiende las manos? me pueden los niños ya te lo he dicho

-Un yo lírico que ofrece protección, amor, ritmo, palabras amorosas? la madre, la abuela, la amiga, tú.

Si, exactamente eso, algo con lo que debemos arropar al niño para que de adulto pueda tener una buena reserva de todo eso, y aunque acabe siendo director general de un banco de inversiones, haya una nota, una palabra que le remita siempre a ese mundo en el que nada malo podía pasarnos y si pasaba, al grito de mamá o papá aparecía a tu lado la salvación

-¿El amor se vuelve verso, imperativo dulce "duerme, duerme"?

Duerme, duerme, como una orden, como una consecuencia del cansancio que se arrastra con un bebe a cuestas, duerme por favor y déjame descansar? Con ese son de melancolía que decía Lorca que tenían esas canciones

-Siempre aparecen niños reales en tus versos, niños que crecen, niños con abuelas que recitan, niños que sufren la llegada del hermano, niños que leen, niños que juegan? ¿Qué piensan esos niños reales cuando se convierten en los protagonistas de tus versos?

Los niños creo que pasan de esto, a medida que crecen, se van dando cuenta y yo creo que les hace ilusión. Eso sí, los padres se derriten y los abuelos ni te cuento. Aunque sé que en alguna ocasión alguno de mis pequeños protagonistas le ha discutido a la maestra que ese poema era suyo, con gran enfado, ante la incredulidad de la profe?

-Pura ternura, infinito amor? en seis sílabas de arte menor del amor y del sueño, Charo. Vocativos de amor, apelación al bebé como una caricia lírica.

Si hablamos de nanas tenemos que hablar de eso, pura ternura, infinito amor? me gustan los versos de arte menor, son fáciles para los niños además, cuando me invitan a algún colegio y me dicen alguno de los poemas o el día que nevó, que me mandaron el poema de la nieve recitado, por wassap una clase a la que había ido, bueno eso solo te lo dan los niños.

-Has trabajado con los ilustradores Rosa Barrientos y Julian Ferragut ¿Cómo ha sido la colaboración con Clara Llum? ¿Qué importancia tiene el ilustrador en estos libros para niños?

En mi caso siempre ha sido primero el texto, nunca hemos trabajado juntos, yo les he dado libertad absoluta, y ellos han hecho lo que han querido, creo que en todos los casos puedo estar contenta, con Clara Llum que es lo primero que hace para niños (también para Julian Ferragut fue su primer trabajo) el proceso ha sido el mismo, a Clara la conozco desde que nació, tiene 25 años, yo creo que ha pasado la prueba con sobresaliente. El ilustrador es importante, muy importante en un libro para niños, pero creo que se tiende a un abuso de la ilustración en detrimento del texto en muchas ocasiones y eso me parece peligroso. Hay que buscar siempre el equilibrio y no olvidar que un libro son sobre todo palabras

-La nana es la poesía básica y primigenia, has recorrido todas las formas literarias de la infancia ¿Poesía para el niño que se hace mayor?

Me encantaría hacer un libro para preadolescentes y adolescentes, pero me da pavor, creo que ese mundo de momento se me escapa, aunque seguro que haré algún intento, que puede quedarse en eso, en intento

-Tu registro infantil está lleno de gracia ¿Te sientes feliz escribiendo para niños? Cuéntame cómo reciben tus pequeños lectores esta poesía que va directa al corazón.

Te miran, te observan, les explicas que lo has hecho tú, haces una rima fácil para que entiendan el proceso? y si lo haces medianamente bien, nunca te olvidan. Hace unos meses una mujer me paró en la calle, me preguntó si era yo, y me dijo: Mi hijo tiene 22 años y guarda junto a Catalina una piedrecita de cristal que usted le dio en el colegio que le dijo que era mágica?Su hijo, que estaba acabando medicina, guardaba esa piedrecita y otros un botón que yo les doy cuando voy a los encuentros con ellos, ¿Qué más puedo pedir?

-¿Temblores adultos, risas infantiles? ¿Será que no queremos crecer, Charo?

Crecer duele, los niños no lo saben, pero nosotras sí, duele? Y no tiene vuelta atrás? A veces miro a esos niños que fueron, hoy chicos y chicas de 25 años? y pienso ahí dentro está el niño al que yo le escribí el poema, ahí dentro sin poder moverse, ahogándose, y a veces lo encuentro, a veces me cuesta? No es que piense que la infancia es el paraíso, creo que en todas las edades hay paraísos e infiernos, pero en la infancia tienes el horizonte y en la mía había tantos libros, tantos sueños, que volver a aquellas tardes eternas de lectura sin que nadie se acordara de ti?crecemos demasiado deprisa

-Tu conocimiento del mundo infantil es asombroso ¿Cómo lo has conseguido?

Lo que tiene que tener sin duda alguna un poeta son los ojos muy abiertos, los oídos muy atentos y la lengua muy despierta? Eso les cuento yo a los peques cuando voy a sus clases. Leí todos los cuentos de hadas, de brujas, de ogros y de príncipes, leí, leí, observé y soy la mayor de un montón de primos, y en mi familia hay una larguísima tradición de maestros por lo que siempre he tenido niños pequeños alrededor, cosas de niños, anécdotas de niños, eso debe haber sido. Y desde luego observo y me fijo tanto en los niños que a veces pienso que algunos padres se van a mosquear, prometo que nunca he pensado raptar a ninguno, pero me los aprendo de memoria.

Tan aprendidos que los duerme en el regazo de la página con la calidez y la música del verso. Charo Ruano regala dedicatorias, papeles de colores, pinturas y versos mientras mi hija se vuelve mariposa y vuela entre las líneas y los dibujos mientras su madre ata y desata líneas, títulos, referencias, fechas y artículos. Mamá, pregúntale por qué se encogen las escobas, por qué, mamá, se encoge el corazón mientras se duerme con la música del cuerpo y del amor al bebé que abre los ojos a la poesía. Hay detrás de cada verso adulto de Charo Ruano una profunda hondura, en cada línea para niños una profunda ternura. Una fidelidad tenaz a la palabra, al intercambio, al trabajo bien hecho, a los libros, a los autores, a su editorial de siempre, AMARÚ, la que la mima, la de Mario, la de esa librería, Víctor Jara cuyas novedades recomienda Charo en su muro, en su conocimiento sin concesiones. Por eso sentimos ese orgullo también tenaz quienes la conocemos, la amamos y la leemos, tan nuestra, tan esperada, habitante del cuarto de atrás de la memoria, siempre presta al encuentro, siempre fiel al lector, siempre fiel a su editor, siempre, siempre, fiel a sí misma.

Charo Alonso

Fotografías: Carmen Borrego

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