El Santo Entierro llena de luz las calles de la Gudina

Bajo el acompañamiento de la Banda Municipal de Freixo de Espada à Cinta (Portugal), cientos de vitigudinenses salieron este Viernes Santo a las calles para presenciar la procesión del Santo Entierro, penúltimo de los actos procesionales de esta Semana Santa. Y como muchos a los que les gustaría unos minutos más de Pascua, también el Sol parecía resistirse a perderse en el horizonte ante el paso de los cofrades de San Nicolás de Bari.

La procesión del Santo Entierro es uno de los actos más importantes de la Semana Santa vitigudinense, cuestión que parecía saber el astro rey, pues con sus últimos rayos quiso iluminar cada paso hasta la llegada del crepúsculo, que coincidía en su plenitud con la llegada a la iglesia parroquial.

Bajo el extraordinario sonido de Banda Municipal de Freixo, los cofrades guiaban en primer lugar a la imagen de Jesús en el Huerto de los Olivos y que era precedida de 'El Amarrao', paso que simboliza el castigo a Cristo infringido por los hombres. A continuación lo hacía el Nazareno, de camino al Calvario con la Cruz al hombro y que regresaba a las calles tras un ligero contratiempo en su estructura el día antes.

Tras el Cristo de la Agonía, con un Jesús ya crucificado, aparecía la imagen de la cruz vacía, solo vestida por el sudario que limpió las últimas gotas de la sangre del hombre, convertido ya en Dios y cuyo cuerpo mortal yacía en los brazos de su Madre, momento que escenifica el paso de 'Las Angustias'. El Sepulcro, paso representativo del Santo Entierro, mostraba en su urna el cuerpo de Cristo inerte a la espera de su resurrección en dos días. Y por último, la imagen de la Virgen de la Soledad vestida de luto y a las 23.30 horas salía a las calles en solitario para protagonizar el último de los actos procesionales de la Semana Santa vitigudinense.