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Signosysíntomas@preocupantes
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Signosysíntomas@preocupantes

Actualizado 01/04/2017
José Antonio Mirón

Los países desarrollados disfrutamos de los mayores avances tecnológicos, científicos y socioeconómicos; pero el crecimiento individual y social se basa en la satisfacción inmediata de las necesidades y, en conseguir las expectativas sin esfuerzo y sin valorar sus consecuencias. Todo se basa en Derechos adquiridos; pero sin esfuerzo y, con altas dosis de egoísmo, narcisismo, consumismo y hedonismo como dinámicas habituales del estilo de vida actual.

En el ámbito sanitario esta forma de pensar y proceder conlleva querer resolver los problemas y las necesidades en el Sistema Sanitario. Hoy se realizan demandas por cualquier problema, sea o no urgente y, con cualquier excusa y a cualquier hora, porque el horario es ininterrumpido y, el sistema siempre está de rebajas, gratis total. Hoy, gran parte de los problemas que se demandan y, que causan altos costes se resolverían con raciocinio, buena dosis de sentido común y, con un nivel básico de Educación Sanitaria. Gran parte de las demandas de Atención Primaria son trivialidades y nimiedades o problemas leves, relacionados con la actitud con que se afronta la vida diaria y, sus retos. Además, existen excesivas demandas que son innecesarias desde el punto de vista clínico-asistencial, por ejemplo, el 30-40% de las demandas a los Servicios de Urgencias hospitalarios son injustificadas.

El contexto sociopolítico ha creado un ámbito sanitario complejo con una alta tasa de demandas al Sistema que ha conllevado sobresaturación, altos costes y, junto a otros factores dinámicas insalubres como indican las agresiones a los profesionales sanitarios, según la Organización Médica Colegial, han aumentado un 37% en el último año. Esta situación sanitaria y, sus procesos asistenciales son perjudican la Calidad Asistencial y, la Seguridad del Paciente. Una excesiva demanda y presión en la relación médico-paciente crea también desconfianzas y, aumenta la incertidumbre inherente al ejercicio de la Medicina, porque no hay enfermedades sino enfermos. Sus consecuencias son un aumento de errores y mala-praxis; sobre-diagnósticos y sobre-tratamientos y, también, más demora diagnostica en general y, en problemas graves como el cáncer, donde es vital el diagnóstico y el tratamiento precoz.

Un ejercicio saludable y efectivo de la Atención Sanitaria, no se produce con una cultura de reivindicación permanente de Derechos y, sin esfuerzos. Dinámica que perjudica a los pacientes y, a la que se añade la falta de profesionalización de los gestores, que suelen administrar sin afrontar los problemas y las necesidades reales y actuales del Sistema Sanitario (SNS).

Actualmente, se observan signos y síntomas en el SNS que indican un deterioro significativo, como son: la demanda excesiva e innecesaria que satura el sistema y, que produce costes excesivos e innecesarios; pero también provoca aspectos trascendentes como la demora diagnóstica y/o de tratamiento debidos al sistema, y, que son injustificables por perjudicar el pronóstico de los realmente enfermos.

En mi opinión, para avanzar y, no perjudicar más al buen SNS, se debe actuar en tres frentes: en los pacientes mejorando su responsabilidad y, sentido común para que las demandas sean realmente necesarias, por su Salud y su Seguridad. En los gestores para que sus decisiones y, actuaciones mejoren la efectividad y calidad de la Atención y, los procesos entre ambos niveles asistenciales y, entre éstos y sus pacientes. En los profesionales para que ejerzan su profesión con criterios científicos y humanos y, siendo conscientes de su papel de liderazgo en la dinamización saludable del SNS.

JAMCA

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