Sagrario Rollán, en la luz se miran

Hay en Salamanca lugares con luz, con apego, con esa calidez que invita a la reunión, a la cercanía? y al arte. Si las paredes de la cafetería La flor del tiempo en la Plaza del Campillo se habían llenado de las fotografías de Amador Martín, esta vez lucen los colores impresionistas, las pinceladas expresivas de la profesora y poeta Sagrario Rollán.

Colaboradora de Salamancartv al día donde escribe reflexiones plenas de filosofía y sensibilidad, poeta y profesora en el IES Mateo Hernández, siempre presta a defender la filosofía como materia necesaria, Sagrario Rollán es una pintora que se recuerda a sí misma siempre con un lápiz en la mano, autora infantil de dibujos a carboncillo y teatrillos troquelados. La artista descubrió el óleo a los quince años y fue alumna, en la Escuela de San Eloy, del maestro Abraido del Rey, quien incitó en ella la necesidad de aprender a mirar, ejercicio que ocuparía su tiempo ya en el doctorado en Lovaina, donde no sólo estudió mística, sino que se embebió de museos y exposiciones que educaron su ojo. Un ojo que en Normandía descubrió los paisajes de los impresionistas que le recordaron la luz de su infantil Valle del Corneja, en Ávila, un paisaje recorrido al paso de su padre y de una naturaleza que despliega todo su color en los óleos expuestos en La flor del tiempo.

Ya en España, Sagrario Rollán volvería a recibir clases en la Escuela de Arte de Segovia, donde se estrenó como profesora de filosofía en el mismo centro donde trabajó Antonio Machado, y así, entre versos y pinceles, la artista acabaría en Salamanca, dedicada de nuevo a la escritura, al trabajo docente y a esa pintura que supone una forma de vivir más allá de lo cotidiano. Porque el arte, la poesía, el encuentro, la música y la pintura son para Sagrario Rollán una forma de imponerse a la misma vida, Se trata de encontrar un espacio de creación que nos ayude a sobrevivir y a vivir por encima del tiempo de desgaste de lo doméstico, siempre abierto a otras luces que nos recrean y nos redimen.

Un espacio donde establecer ese nudo íntimo de afectos que acompaña a la artista en la presentación de sus cuadros, plenos de color, vibrantes de luz, de movimiento y de vida. Animales, naturaleza que transciende el tiempo, sensaciones y sobre todo, un deseo vital de belleza. Esa que va más allá del oleo y que se acompaña de amigos y música para celebrarla. De ahí que esta pintura tenga un eco en la voz, íntima y plena de Fernando de Meer, profesor también en el IES Mateo Hernández y todo un descubrimiento para los que tienen la fortuna de conocerlo. Cantautor especialista en literatura barroca, la voz de De Meer no solo es expresiva, cálida y envolvente, sino que involucra al público y le hace partícipe de su gusto por la música. Perfecta pincelada también colorista con su guitarra y su exquisita interpretación, Fernando De Meer fue el contrapunto perfecto para este acto íntimo, pleno de gracia en el que el encuentro y el gusto por el arte fue tan soleado y acogedor como este día en una plaza salmantina donde se remansa el sábado. Colorido y gracia, naturaleza y palabras sentidas. Arte, en definitiva, para salvarnos y hacer aún más hermosa la vida.

Charo Alonso