Normalidad en el encierro de mansos, que dejó un par de heridos leves

Finalizado el acto multitudinario del Campanazo, fue momento de coger sitio en alguno de los puntos por donde iba a transcurrir el primer encierro del Carnaval, aquel en el que se enseña a los mansos el recorrido que van a hacer en los próximos días, aunque, eso sí, únicamente se les muestra el de los desencierros, ya que ese encierro de mansos parte de los Toriles de San Pelayo, un lugar que el resto de días solo se usa para los desencierros.

El encierro de mansos se desarrolló con bastante normalidad, tardando en total 18 minutos, aunque la mayor parte del tiempo estuvieron en el interior del ágora mirobrigense hasta que volvieron a bajar en busca de los Toriles de San Pelayo (parte de los cabestros se quedaron en los toriles de la Casa Consistorial para la capea nocturna de la noche).

Esta primera cita taurina dejó dos heridos leves, según la información facilitada por los equipos médicos del Carnaval (Cruz Roja y el equipo médico de la enfermería de la Plaza). Se trata de un mirobrigense de 49 años de edad de iniciales A.M.G., que sufrió una contusión en el calcáneo; y un toledano de 36 años de iniciales J.J.M.S., que se quejaba de un dolor en el tobillo. Ambos fueron trasladados hasta el Centro de Salud y de Especialidades.

Previamente, había habido un primer herido a la conclusión del Campanazo, al caerse un hombre de 67 años, de iniciales P.R.D., de un tablao, lo que le provocó una herida inciso-contusa en la parte trasera de la cabeza que le obligó a acudir hasta la enfermería de la Plaza Mayor.