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Humedad femenina
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Humedad femenina

Actualizado 06/02/2017
Javier González Alonso

El día 2 de febrero de 1971 se firmó el Convenio sobre los Humedales, en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del Mar Caspio. En dicho Convenio, fueron recogidas las zonas húmedas de importancia internacional, que actualmente son 1.011 humedales, distribuidos por 117 países. Los humedales son, según la definición recogida en la Convención, "extensiones de marismas y pantanos, o superficies cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros". Recordemos que las antiguas civilizaciones surgieron, y evolucionaron, a las orillas de los ríos y; que algunas de las actividades humanas actuales como la agricultura, pesca, turismo, transporte, etc., dependen directamente de ellos. Por no hablar de que son las zonas de abastecimiento de agua dulce con destino al consumo doméstico, agrícola o industrial.

Quienes hemos tenido la suerte de poder visitar las zonas húmedas, fueran arroyos, ríos o marismas, recordamos, yo por lo menos, con sumo placer los baños, la búsqueda de renacuajos, o cangrejos, o mil juegos que esperaban en sus riberas. Ese tiempo de aguas más o menos limpias pasó, y ahora es raro encontrar un lugar que todavía mantenga unas mínimas condiciones higiénicas. Pero, a la vez, también nos vamos concienciando que no se pueden perder, que hay que recuperarlas. Es lo que ha hecho Tommy Kleyn, un holandés de 38 años de edad, que, harto de ver el río Schie, afluente del Rotterdam, lleno de basura, decidió tomar cartas en el asunto y empezó a recoger diariamente la basura que se encontraba en sus treinta minutos de paseo. Cómo en el caso de los ejemplos de las semanas pasadas, convenció a sus amigos y vecinos para que se sumaran a la limpieza, cosa que hicieron y, en solamente cinco semanas, limpiaron el río. De esta acción individual surgió el Proyecto Limpieza del Schie, Project Schone Schie, una plataforma de voluntarios, de todo el planeta, que se involucren en mantener limpios aquellos lugares que estén llenos de basura, con el objetivo de lograr un planeta más limpio que legar a las futuras generaciones.

Una iniciativa parecida a la que lleva a cabo Marino Morikawa, un científico peruano-japonés, que decidió que debía hacer algo para recuperar el lugar donde iba de niño con su padre a pescar y nadar: el humedal El Cascajo, convertido en un vertedero, que favoreció la explosión de lechuga acuática, Pistia stratiotes, que hizo desaparecer la flora y fauna del lugar. El plan que tenían las autoridades para la zona era desecarlo, pero Marino se adelantó, empleando todos sus ahorros, a los que tuvo que añadir un préstamo personal, para desarrollar un sistema simple y barato de descontaminación, complementado, de nuevo, con los voluntarios que se fueron sumando a su lucha. Un factor determinante para lograr el resultado final fue, por una parte, el conocimiento que tenía Marino del humedal, conocía sus corrientes y los vientos que la azotan, hecho que aprovechó para facilitar su trabajo: bastó con segar las raíces de las lechugas para que el viento las depositara en las orillas.

Otro factor que determinó el éxito en tan poco tiempo, estamos hablando de dos semanas, ¡15 días!, fue su formación: además de ser ingeniero químico-farmacéutico, decidió hacer cursos de cerámica, para poder desarrollar unos biofiltros que serían el corazón del proyecto. La idea era "sencilla": iba a utilizar sus conocimientos en nanotecnología para tratar el agua contaminada; creó un dispositivo que crea nano burbujas de aire (una nano burbuja es 10.000 veces más pequeña que la burbuja de un refresco), que capturan los contaminantes del agua, obligándolos a flotar, a la vez que los biofiltros de cerámica los eliminaban. El resultado: más de 70 especies de aves y peces vuelven a disfrutar del ecosistema. Ya se lo decía su padre, siempre que salían de excursión: "Antes de pisar la tierra de la Pachamama, primero, salúdala"? y sin ayuda.

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