Buenos deseos para el Año Nuevo Chino, el Año del Gallo de Fuego
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Autor: Juan L. Hernández
Al igual que en nuestro país pero con aproximadamente un mes de retraso los ciudadanos chinos celebran su Año Nuevo. Este año se celebra el día 28 de enero y corresponde al año del Gallo de fuego. Al igual que en la mayoría de los países, también tienen por costumbre reunirse las familias, aunque en un país tan extenso, muchos tienen que viajar cientos, incluso miles de kilómetros para reunirse y también expresar sus buenos deseos para el año que comienza. Entre las curiosidades de la celebración, antes de entrar a un nuevo año, los chinos siempre limpian sus casas, pagan sus deudas, compran ropa nueva, pintan sus puertas e incluso obtienen nuevos cortes de cabello para tener un nuevo comienzo del nuevo año.
Organizaciones como Human Rights Watch o Amnistía Internacional advierten que gobernado desde hace más de seis décadas por el Partido Comunista Chino, este país sigue siendo un estado autoritario, con un gobierno que recorta sistemáticamente los derechos humanos fundamentales, incluyendo la libertad de expresión, asociación, reunión y religión. Aunque ha habido algunos pasos que se podrían considerar positivos como el de reducir los delitos condenados a la pena de muerte de 55 a 46 o el proporcionar a los estudiantes discapacitados más facilidades de acceso a las residencias universitarias, la tendencia para un mejor desarrollo de los derechos humanos bajo la presidencia del Xi Jinping continua en una dirección muy negativa.
Las críticas que reciben tanto por organizaciones de defensa de los derechos humanos como desde los propios ciudadanos, son consideradas como injerencias extranjeras y en el caso de éstos últimos, en la mayoría de los casos son penalizados o condenados con severas medidas restrictivas o de prisión.
Amnistía Internacional desde hace siete años toma como excusa esta celebración para llamar la atención y poner en el punto de mira la situación de los derechos humanos en China, derechos que muchos casos son flagrantemente ignorados si no violados. 
Amnistía Internacional, que considera a China como "país prioritario" (país que por el tratamiento que dispensa a los derechos humanos está especialmente observado e investigado) presenta este año cuatro casos significativos de violación de estos derechos como son los del profesor de economía y escritor Ilham Tohti, condenado a cadena perpetua en 2014 por ser contrario y denunciante de la política aplicada por Pekín en relación con la población uigur (grupo étnico que vive en las regiones del noroeste de la República Popular China, principalmente en la Región Autónoma Uigur de Sinkiang, tienen su propio idioma y son de religión islámica) y defensor de la convivencia pacífica entre las etnias uigur y han. La activista Liu Ping que ha sufrido torturas, condenada a seis años y medio de prisión por su pertenencia al Movimiento de los Nuevos Ciudadanos, denunciantes de la corrupción de los gobernantes. La poeta y artista Liu Xia que lleva años bajo arresto domiciliario y es esposa del Premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo, intelectual y escritor que también cumple una condena de 21 años desde octubre de 2010, acusado de "incitar a la subversión del poder del Estado" por ser crítico con las autoridades y por sus denuncias de las violaciones de los derechos humanos en su país.
El último Informe Anual de Amnistía Internacional, documento donde se denuncian las violaciones de los derechos humanos en todos los países del mundo, presenta una situación muy preocupante de cómo muchos de los derechos humanos son sistemáticamente violados en China. He aquí un resumen de este informe: "Se redactaron o promulgaron una serie de leyes nuevas relativas a la seguridad nacional que entrañaban graves peligros para los derechos humanos. El gobierno lanzó una campaña nacional a gran escala de represión contra los abogados y abogadas de derechos humanos, y otras personas dedicadas al activismo o a la defensa de los derechos humanos siguieron sufriendo sistemáticamente acoso e intimidación. Cinco activistas de los derechos de las mujeres fueron detenidas por haber planeado una campaña contra el acoso sexual con motivo del Día Internacional de la Mujer. Las autoridades intensificaron el control sobre Internet, los medios de comunicación y el entorno académico. Se multiplicaron las "confesiones" televisadas de personas críticas detenidas para ser investigadas. Siguió reprimiéndose sistemáticamente la libertad de religión. En la provincia de Zhejiang el gobierno siguió con su campaña de demolición de iglesias y de retirada de cruces cristianas. En la Región Autónoma Uigur del Sin-kiang, predominantemente musulmana, el gobierno regional promulgó nuevas normativas para controlar de forma más estricta los asuntos religiosos y prohibir todas las prácticas religiosas no autorizadas. El gobierno mantuvo un amplio control sobre los monasterios budistas tibetanos. El Comité de la ONU contra la Tortura lamentó que no se hubieran aplicado recomendaciones que había formulado en el pasado".
La aplicación de la pena de muerte en China es otra de las denuncias insistentes de Amnistía Internacional en sus continuas campañas contra la pena de muerte. Es ampliamente conocido que China es el país del mundo que más condenas de muerte ejecuta. Por otro lado, son una incógnita las cifras reales de los ejecutados, pues este tema es considerado como secreto de estado y está prohibida su divulgación, aún así se tiene constancia de que son miles las personas ejecutadas cada año, en muchos casos con juicios que no tienen las suficientes garantías procesales para los condenados.
Por otro lado, la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos y sus controvertidas declaraciones tanto en lo que se refiere al poderío económico y militar de la República Popular China y las consiguientes réplicas de este país contra los Estados Unidos, no auguran nada bueno sobre las relaciones que mantendrán durante la presidencia de Trump estas dos superpotencias económicas y militares (no olvidemos el enorme potencial bélico nuclear de ambos países). China está realizando enormes inversiones para modernizar y aumentar su armamento y la tensión que se está creando en el entorno geográfico con sus continuas disputas con Corea del Sur y Japón nos tiene que mantener alerta esperando que no vayan más allá de las palabras y tonos beligerantes que últimamente están empleando Donald Trump y el gobierno chino.
sabiduriadelaluz.org
En cualquier caso deseamos de todo corazón todo lo mejor para el pueblo chino, para todos aquellos ciudadanos chinos que residen en nuestro país, que disfruten de la celebración del Año del Gallo de fuego y que la paz, la prosperidad y la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos sea una constante para el año que ahora van a iniciar.
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