El clamor de México

La incertidumbre es la falta de certidumbre, de certeza (Real Academia Española). Evoca un espacio y tiempo donde no todo está definido. El contorno de las circunstancias carece de nitidez. No se puede hablar de las cosas a ciencia cierta. Dentro de ese campo semántico, se encuentra el hombre cuando toma conciencia del entramado político y bélico del orden del mundo. La vida se convierte en algo como una película de terror.

La vida no tiene sus partes en su lugar. Una pieza de arriba está abajo, una de abajo arriba, una de la derecha a la izquierda y una de la izquierda a la derecha. El Gobierno, que debería abogar por los derechos y las libertades de los ciudadanos, se ha convertido en su pesadilla. Recurre al saqueo del patrimonio nacional para alimentar su cuerpo gangrenoso. Además, se escucha que diseña estrategias criminales para desviar la atención de la gente de hechos más delicados. Es otra corriente política la que en verdad mira por los intereses de los ciudadanos. Generalmente, la población más sencilla y trabajadora apoya su labor.

La nación está cansada, pero no debe perder la ecuanimidad. Todo impulso fuera de tono será usado por el Gobierno en su contra y será (más) reprimida. A otra escala, un conflicto parecido ocurre al interior de las personas. Sin importar que estén dentro de un entramado clientelar o no, operan fuerzas contrarias. Las virtudes se enfrentan a los pecados. Tal escenario constituye la condición humana. Quien logra vencer los pecados se convierte, me parece, en lo que la terminología de la Guerra de las Galaxias llama un Jedi.

Si imperara el bien sobre la mujer y el hombre, una luz desconocida iluminaría la vida igual que el sol en lo alto alumbra la tierra. El viento susurraría palabras y un nuevo lenguaje simbólico surgiría de los elementos. Uno vería, escucharía y reconocería cómo está el mundo y se retiraría al desierto de la porción de tierra del aquí y ahora, penetrada por el pasado histórico y la noción de porvenir, y no podría dejar de sentir el deseo de darlo todo por sus amigos.

No sabremos qué pasará con México pasado mañana, pero sí sabremos siempre qué hicimos por nuestra patria. Eso nadie nos lo quitará y lo dejaremos en herencia. La voz del pueblo será nuestra nueva morada cuando no estemos aquí. El Gobierno celebrará homenajes en nuestro nombre y serviremos de inspiración para columnas periodísticas y obras de arte.

Imagen: Capricho de Goya (1799). Wikipedia.