Dejad que las niñas se acerquen a mí

Por fin tenemos gobierno y hasta solemne apertura y apretura de la legislatura. Qué cosas, hacen un acto protocolario y lo convierten en el debate nacional y no precisamente por el fuste de los discursos, que los tuvo, ni por la evidente falta de educación de sus señorías que se negaron a dar la mano como niños enfurruñados, no? el dislate nacional estaba en el gesto serio de la reina Letizia ?qué espanto de vestido llevaba, madre mía, si parece un lagarto con ese verde de lejos escamado- y en dos niñas rubias a las que, como bien dijo una sagaz articulista de El País, les dieron una lección concentrada de historia contemporánea. Pobrecitas, en vez de ir al cole se las llevaron de excursión escolar al congreso no para ver donde se sienta Rajoy, sino a comprobar como a las palabras de papi le siguen aplausos y silencios de esos señores tan raros que no llevan corbata, no vienen a darles la diminuta manita y que, además, llevan unas camisetas como si estuvieran en una manifa. Vamos, que las pobres criaturas se han ido a casa con una buena visión de lo que son los reverenciadores, los republicanos, los repipis y la releche de su madre controlando hasta el menos alzamiento de cejas. Y todo en una misma mañana.

Si yo fuera Letizia también estaría cabreada sin remedio. Una mañana no solo protocolaria, sino de esas de dar manos hasta que te dejan los huesos molidos. Con la cantidad de gérmenes que se transmiten y las niñas ahí, haciendo callo. No me extraña que a la jefa no le haga ninguna gracia tanto acto si las pobres hijas no han pasado ni a la secundaria. Eso es para que vayan acostumbrándose a los pelotas, a los pitos y a las ausencias. Y encima, tener que saludar a Rita Barberá. Con lo bien que estaba yo en el despacho bien calentita y con el pantalón de chándal y el tacón, como una maruja cualquiera mientras las niñas están en el cole y uno respira porque comen allí y te vienen ya cansadas. En fin, que eso de abrir la legislatura será muy protocolario, pero tan aburrido como el desfile de las Fuerzas Armadas, que al menos tiene una cabra que distrae la atención, porque aquí, o se trae Carolina Bescansa al bebé o Rufián al bóxer que debe tener en su casa y que le ayuda a poner cara de perro a todo. Porque mucho criticar el gesto de la Reina, pero ¿Se ha preguntado alguien por qué su señoría Rufián tiene siempre ese gesto de asco? Será porque la independencia no gana por mayoría abrumadora ni en esos sondeos de los que ya no se fía nadie. Será porque no le damos la Hacienda a Cataluña o porque ya está aburrido de vestir de negro, como su humor. Uno quisiera hacerle cosquillas, o darle la independencia para que se ría un poco, pero nada, debe ser que sus ancestros andaluces eran de gesto adusto. En fin, tiene uno que recurrir al humor porque si no empezamos a pensar en Donald Trump encerrado en esa torre de cristal y dorados y nos ponemos a temblar cual flanes. Y eso que Obama nos ha regalado unas imágenes maravillosas de viaje por Europa para recordarnos lo bueno que hemos perdido. Cualquiera se imagina a la Merkell despachando con el magnate naranja que a todo esto le va a dar un infarto de tanta satisfacción. Yo de Melania empezaba a poner mal gesto y al niño Barron a resignarse, esto de que papá tenga un trabajo raro nos hace pasar estos ratos tan aburridos?

Charo Alonso

Fotografía: Fernando Sánchez Gómez