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Rajoy, Sánchez y Zorrilla
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Por Aniano Gago, periodista

Rajoy, Sánchez y Zorrilla

Actualizado 06/11/2016
Redacción

28/octubre/viernes

Hoy los medios resaltan que se cumplen 60 años de la puesta en marcha de TVE. Fue en 1956. Me llega a la memoria aquella canción de Lolita Garrido: "La televisión pronto llegará/yo te cantaré y tu me verás".La letra, desde luego, no tenía desperdicio. Continuaba así: "Vísteme bien, mamá, vísteme bien/, vísteme bien, que voy a trasmitir,/que no hace falta tener buena voz,/hay que lucir bastante el figurín/. Cuando yo salga en televisión/a pedacitos no voy a alcanzar,/lindos muchachos yo tendré un montón/porque mi tipo es muy sabrosón." La cultura al cuerpo, la exhibición, que tanto se ha hecho después, y se sigue haciendo en televisión, ya lo anunció la "sabrosa" Lolita Garrido.

Sin duda la televisión fue el mayor invento a mediados del siglo pasado en España. En Estados Unidos, en Inglaterra y en varios países europeos fue unos años antes. De hecho las primeras pruebas de televisión las hizo la BBC en 1927. Las primeras emisiones en Inglaterra fueron en 1936.

La televisión cambió el mundo y, por supuesto, a España. El turismo que nos visitaba, aquellas "suecas espectaculares" que venían a nuestras playas se podían ver por televisión, aunque fuera con censura. Las relaciones sociales dieron un giro copernicano porque, de pronto, en casa, aunque fuera en blanco y negro, descubríamos la vida más allá del campanario. El deporte, especialmente el fútbol y el ciclismo, se convirtió en una nueva religión. Siempre llevo conmigo aquel Madrid de Di Stéfano, Puskas y Gento que tantas alegrías me dio. En ciclismo fue el tiempo de Bahamontes, con quien tuve la suerte de estar hace unos días en Madrid y hacerme una foto con el. Su recuerdo, la emoción, el orgullo, que nos dio a aquellos pobres españolitos en el Tour, el Giro y la Vuelta a España, es como un pegamento eterno. "El águila de Toledo", Federico Martín Bahamontes, nos dio alegrías impagables que años más tarde continuaron Ocaña, Perico Delgado, Indurain y Contador.

Aquella televisión de mi niñez fue una ventana llena de imaginación, de sorpresas y de sueños para pequeños y mayores, para urbanitas y gente del mundo rural como yo. Una televisión que en los primeros años sólo podía ver en los bares del Señor Delfín y del Señor Narciso y en casa de Don Amado, el cura del pueblo, un buenazo que nos abría su casa y la ventana que daba a la carretera del pueblo para que todos pudiéramos seguir la retransmisión de los partidos de la Copa de Europa y al Real Madrid. Al Barcelona a aquellos niños nos interesaba menos. En Cañizo un 90% éramos del Madrid y el 10% del Barcelona, entre ellos mi hermano Gilio. Los niños, como no cabíamos en el salón donde Don Amado tenía la televisión, nos agolpábamos, en torno a una ventana que daba a la calle; nos subíamos unos encima de otros y conseguíamos el milagro de ver los partidos. No sé si alguna vez he sido más feliz.

El periódico "El Norte de Castilla" publica hoy un excelente reportaje escrito por Ester Requena que recoge de una manera sucinta y muy bien estructurada estos 60 años. "Años 60: los inicios desde un cuarto de quince metros; años 70, la llegada del color con los censores en el plató; años 80, los aires de la modernidad se extienden por la tele; años 90, las privadas abren paso a la pluralidad; años 2000, el boom de los reality shows y los late nights; años 2010, las series españolas dan el salto internacional". No se puede decir más y mejor en menos espacio.

En 1982 yo empecé a trabajar en TVE. Tras aprobar una oposición fui destinado al Centro Territorial de la Región de Murcia. Mi incorporé un 20 de junio, tras desprenderme con dolor de la acreditación que tenía en Barcelona para cubrir el Campeonato Mundial de Fútbol. Acudí a la inauguración, Holanda-Argentina y ahí se terminaron mis responsabilidades con la información deportiva en el diario "Dicen" y otros medios que se editaban en la capital catalana.

En Murcia, meses más tarde, también un 28 de octubre, cubrí informativamente, desde la sede del PSOE murciano, las elecciones generales que llevó al poder a Felipe González, Alfonso Guerra y al "clan de la tortilla", (aunque no era tortilla lo que comían en la famosa foto) Manuel Chaves, Carmen Romero y Luis Yáñez entre otros.

Televisión Española fue mi casa durante más de dos décadas y siempre le mantengo un cariño especial. Muchos españoles también deben quererla, o la han querido, por las alegrías que nos ha dado, por el entretenimiento, por la información y por haber sido fundamental aquel 23 de febrero de 1981, cuando Antonio Tejero tomó con un grupo de efectivos de la Guardia Civil el Congreso de los Diputados. Si los españoles no hubiéramos visto en aquellas ya históricas imágenes lo que pasó dentro del Congreso de los Diputados, no pensaríamos lo mismo. Es una deuda que todos tenemos con los trabajadores de TVE, especialmente con Pepe Marín, el jefe de la unidad que transmitía la sesión, que tuvo el acierto de pedir a los "cameraman" que desconectaran el piloto rojo que indicaba que las cámaras estaban en funcionamiento, y seguir así grabando lo que allí sucedía a escondidas, sin hacer caso de la orden de los golpistas y sin que estos se percataran de la jugada del realizador. Con Pepe Marín trabajé años después en los Telediarios de TVE en Torrespaña y en más de una ocasión hablamos de esa historia tan trascendente y no lo suficientemente conocida y valorada. "La noche de los transistores" se llamó a aquellas complejas horas del 23 al 24 de febrero, lo que viene a hacer justicia con el trabajo de la radio, de todas las radios de España, que estuvieron a una grandísima altura profesional. Pero sin aquellas imágenes, sin aquel valor de Adolfo Suárez quedándose en primera línea de fuego en su asiento, mientras los demás se lanzaban al suelo, menos él y Santiago Carrillo, sin aquella muestra de valor del General Gutiérrez Mellado, el pueblo español no se hubiera enterado igual. En este caso fue cierto que aquello de que "una imagen vale más que mil palabras". Ver para creer.

29/octubre/sábado

Después de 315 días de Gobierno en funciones es elegido de nuevo presidente Mariano Rajoy. 68, de los 85 diputados socialistas, se abstuvieron, lo que permitió que los números cuadraran. 170 votos a favor y 111 en contra. El Congreso de los Diputados vivió una jornada muy intensa. Hubo de todo, como aplausos de los "podemitas" al portavoz de Bildu, que despreció, como siempre, a las víctimas de ETA, lo que puso de los nervios a José Manuel Villegas, destacado miembro de Ciudadanos que se fue hacia ellos para recriminárselo. No llegaron a las manos, pero esto promete.

Quien levantó todas las iras fue el diputado Gabriel Rufián, de Esquerra Republicana de Cataluña. Este hombre, de formación escasa y maneras de indocumentado, que va mucho más allá del significado de su apellido, puso a los socialistas de vuelta y media, en un tono tabernero, un verbo propio del ignorante llegado a más y con un tono de matón chulesco que todo el mundo se pregunta de dónde ha salido semejante ejemplar. Es un catalán de padres emigrantes que, como tantos y tantos en Cataluña ( y el País Vasco) se quiere hacer perdonar la falta de pedigrí y se vuelven más nacionalistas que la élite burguesa y de toda la vida. Tildó a los socialistas, entre otras cosas, de traidores, lo que provocó la reacción general.

Mientras tanto, Mariano Rajoy recibía los frutos de su estrategia, esa tan criticada, de no moverse, de esperar que los problemas se arreglen solos y ver pasar el cadáver del adversario. Por la mañana, Pedro Sánchez explicó en rueda de prensa que dejaba el escaño. Una medida mala para él, pero la mejor posible. Porque no podía abstenerse ni tampoco votar no, su no, ese que ha resultado que tenía muchas partes que entender, las que han dado con él en la calle. En una encrucijada semejante tomó la única dirección posible. Ahora se ha quedado sin oficio ni beneficio, y dentro de dos meses también sin sueldo político.

En resumidas cuentas. Rajoy, otra vez, Presidente del Gobierno. Por delante una legislatura difícil, con un parlamento complejo y dispuesto a la gresca verbal, mientras el PSOE se rompe del todo. Los catalanes por un lado y otros ocho, de diferentes territorios, votando en contra de lo impuesto por la Gestora presidida por Javier Fernández.

Rajoy, en su línea, de hombre impasible dice a los periodistas a la salida del pleno que dirá los nombres del futuro gobierno el próximo jueves. Si no lo ha habido en 315 días, ¿ qué más cinco días más? Eso se llama pachorra, como mínimo, o ¿ es, tal vez, el sentido gallego del tiempo? También hay que reconocer que tiene que hacer un gobierno muy distinto al actual, lleno de gente dialogante, abierta, de formas dulces, porque Ciudadanos y las circunstancias así lo exigen.

30/octubre/domingo

Pedro Sánchez concede una entrevista a Jordi Évole, el periodista incisivo y de moda desde hace ya varios años. Con cara de patibulario Pedro Sánchez hace un repaso de su corta historia como secretario general del PSOE y todos sus intentos por ser presidente del Gobierno. Demostró, igual que desde que fue elegido, baja capacidad intelectual y un concepto de sí mismo muy alejado de lo que piensas sus propios compañeros de partido, excepto cuatro. Sorprende que un partido como el PSOE se desprenda de Alfredo Pérez Rubalcaba para sustituirlo por Pedro Sánchez, que será más alto y más guapo, pero nada más. Se descolgó en la entrevista acusando de sus males a Susana Díaz, la líder socialista de Andalucía y de haberse equivocado en considerar a Podemos como un partido populista. Abogó por el entendimiento con Podemos para el futuro y dijo que se presentará a las próximas primarias. Pedro Sánchez sigue creyendo en las bases, que fueron las que le auparon frente a Eduardo Madina en su día, y las que en buena parte siguen defendiendo el no contra Rajoy. Vamos, que éramos pocos y parió la abuela: un PSOE roto que quiere arreglar el incendiario, que no ha sido otro que el propio Pedro Sánchez. En un acto de generosidad, aun dándole la razón, la realidad constatada y contrastada es que ha dejado a los socialistas maltrechos, destrozados, sin saber qué hacer; en una crisis enorme, una de las mayores que ha tenido el PSOE en sus 137 años de vida. Y todo eso con él como secretario general. No quiere asumir que ha perdido dos elecciones generales: la primera con 20 diputados menos que Rubalcaba, que dimitió al conocer los resultados (110) y la segunda 25. Pedro Sánchez era un tertuliano regular y ha dado en un político nocivo para su propia formación política. Ahora, con esta decisión, no hace más que echar gasolina al fuego. Aunque en el fondo ha estado tan desacertado, que le ha hecho sin querer un favor al PSOE porque no le van a seguir ni sus incondicionales. No tendrá mucho que hacer en unas primarias. Él mismo ha destrozado su poco capital político.

31/octubre/lunes

Mariano Rajoy jura ante el Rey Felipe VI tras su investidura como presidente del Gobierno. Renueva su mandato. Ahora deberá enfrentase al paro, al déficit, a las broncas de Bruselas y la Merkel, las pensiones, la corrupción y mil asuntos más. Y todo eso dando explicaciones y buscando acuerdos para poder aprobar las leyes. De momento tiene 150 asuntos pendientes con Ciudadanos que debe llevar a cabo. Suerte y acierto, por lo que nos toca.

1/noviembre/martes

Voy a Cañizo. Al cementerio. A rendir honor y homenaje a mis seres queridos. Crisantemos granates, blancos y amarillos, colores de abundan en Tierra de Campos. Cada año por estas fechas siento la llamada el corazón. Aunque no pasa un día que no me acuerde de mis padres. Y de mis abuelos. Y de amigos entrañables que cambiaron de casa. El día es luminoso, tal vez para esconder las tinieblas de la muerte. Me vienen a la mente el primer cuarteto del famoso soneto de José Hierro: " Después de todo, todo ha sido nada/a pesar de que un día nada lo fue todo./ Después de nada, o después de todo/supe que todo no era más que nada". El soneto del cántabro es maravilloso, profundo, real. Siempre me recuerda que en una de las visitas que hice al monasterio de Santo Toribio de Liébana pude leer un soneto escrito por un fraile, protegido tras una vitrina, que era de forma y contenido muy semejante. ¿Se inspiró José Hierro en el del fraile de Santo Toribio? En cualquier caos, una auténtica obra de arte.

Escucho en la radio que ya está bien de celebrar tanto el Halloween americano, esa moda absurda y horrible que inunda las calles y la televisión de España entera. Una moda importada que nos convierte a todos en Coca-Cola. Sólo hace falta que Donald Trump gane las elecciones de Estados Unidos y se nos llene el país de personajes de este tipo. No sería extraño, porque las modas, con los modernos medios de comunicación, se extienden con rapidez y anulan hasta las cabezas mejores dispuestas. La moda es capaz de imponer pantalones rotos como modelo de elegancia, cosa que debería ser de estudio en un congreso mundial de de psiquiatras y psicólogos. En la radio se pide que "más Tenorio y menos Halloween". Reivindicación del vallisoletano José Zorrilla, el gran poeta romántico. ¿ Quién no sabe esos versos?: "¡Ah!, no es cierto, ángel de amor/que en esta apartada orilla/más pura la luna brilla/y se respira mejor?". A mi me encanta el comienzo de la obra: ¡ Cuál (cuán) gritan esos malditos!/Pero ¡mal rayo me parta/si en concluyendo la carta/no pagan caros sus gritos! Con estos versos José Zorrllla les daba un palo al ajetreo y el "ruido" que inundaba las tertulias literarias que se celebraban en los cafés del Madrid del XIX. En ellos se pasaba media vida Don Juan Tenorio hablando de literaturas y conquistas amorosas. Ahora Don Juan estaría en algún "reality" de televisión, y, posiblemente, vestido de muerto, de Halloween, tal y como he visto esta tarde en una cadena de televisión, donde el presentador y todos los tertulianos iban maquillados de forma peor que grotesca. Antes, en aquella televisión en blanco y negro, por estas fechas se emitía siempre un "Tenorio" en Estudio 1, un gran programa que emitía grandes obras de teatro. Ahora "halloween" y más "halloween". Los tiempos cambian, está claro. Y no siempre para bien.

3/noviembre/jueves

Por la mañana voy a caminar con Rumbo por los cerros de Arroyo de la ncomienda. Me estoy poniendo en forma y matando a palos, por tierra, mar y aire, a los triglicéridos que me tienen excesivo cariño. Me hice unos análisis médicos hace unos días y eso que tiene nombre de bichito, y que es grasa mala en proporciones elevadas, siempre me amarga la vida. Ando a verduras y agua. Se me está quedando la cara casi como a Pedro Sánchez. Menos mal que este fin de semana espero resarcirme un poco, aunque sólo sea un poco. Los triglicéridos, el colesterol malo, la glucosa y el ácido úrico son los cuatro jinetes de la Apocalipsis de nuestra salud. A mi me tienen amargado, la verdad. Pero podré con ellos, ya lo creo, que podré. Lo mismo que podrá con un conejo que anda entre madrigueras y que sigue desde lo alto, planeando con parsimonia, un águila soberbia, que amaga descender vertiginosamente para hacerse con la pieza. Rumbo la mira embelesado. Como yo, que me gustaría volar para perderme a ratos de este país al que tanto quiero.

Por la tarde Mariano Rajoy da a conocer, tras entrevistarse con el Rey, su nuevo gobierno. Bastante de lo anterior y algunas novedades. Los tertulianos de las teles y las radios, que se cuentan por cientos, ya tienen materia para opinar. La política es un espejo gigantesco donde cada día nos vemos reflejados todos. Tanto que seguirá Cristóbal Montoro en el Ministerio de Hacienda, lo que quiere decir que más de uno no podrá dormir. Entra también en el nuevo Ejecutivo María Dolores de Cospedal. No me imagino ver a esta mujer de ministra, cómo irá vestida, que elegancia, que modelos del "pueblo", que diferencia a todo el mundo. A mi esta mujer me parece irreal, que no existe en la España del día a día. Es una excepción. Me pasa lo mismo que con Judit Mascó, la modelo catalana eterna, que es guapa, lista y rica. A gente así yo termino por no creerla, ni en la política ni en la publicidad. Pero en fin, la política es inescrutable en todos los terrenos y hoy parece que se necesita gente guapa para salir en la tele, que tiene más tirón que los desarrapados y el "lumpen", como Gabriel Rufián. Así lo ha calificado al "estadista" catalán el socialista José Luis Corcuera, aquel Ministro del Interior de "la patada en la puerta" que ahora dice verdades como puños en su habitual tono directo y formas bruscas.

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