Medalla de oro al arrojo diario.

Pasadas las ocho de la tarde, daba comienzo con el himno nacional el acto en el Teatro Liceo por el que el Ayuntamiento de Salamanca concedía la Medalla de Oro de la Ciudad en este año 2016 a la Policía Nacional y a la Guardia Civil.

Ha sido el Juez Instructor del caso, D. Julio López Revuelta, responsable también de la Concejalía de Cultura del Consistorio, el encargado de pronunciar la alocución a los galardonados, haciendo especial énfasis en la unanimidad de todas las fuerzas políticas para entregar este reconocimiento a ambos Cuerpos de Seguridad.

"El Ayuntamiento os entrega estas medallas por vuestra valentía y arrojo", ha asegurado Revuelta, quién recordaba, evadiéndose por la historia de ambos Cuerpos en Salamanca, como la Policía y la Guardia Civil han estado siempre atendiendo y socorriendo a las personas más vulnerables de la ciudad.

Varios son los objetivos de estas instituciones, insistía el concejal de Cultura, entre ellos proteger la libertad de los ciudadanos, asegurar el cumplimiento de las leyes y garantizar la actuación y protección de la ciudadanía por parte de la Benemérita y la Nacional en las situaciones en que se requiera su presencia.

Una labor callada y constante la de los policías nacionales y guardias civiles, muchas veces poco agradecida, y que en más de una ocasión ha costado la vida a estas personas que entregaban su tiempo, su existencia, a la defensa del resto de ciudadanos. Esta encomiable labor ha sido la que hoy ha querido agradecer el Ayuntamiento de la ciudad charra.

Tanto el Comisario Jefe de la Comisaría Provincial de Salamanca, como el Teniente de la Comandancia de la Guardia Civil, han agradecido el reconocimiento del Consistorio a esa labor vocacional y de servicio que, en palabras de los galardonados, "es una constante entrega a la ciudadanía, en la que no se mira la clase social de la persona necesitada de ayuda".

Hoy se ha premiado la dedicación y el servicio de muchas decenas de años y de muchos centenares de policías y guardias civiles siempre al servicio del deber, enfrentándose a las múltiples y delicadas situaciones a las que Salamanca se ha visto obligada a hacer frente en los últimos tiempos.

El sacrificio, la lealtad, la austeridad, el valor y el arrojo son esos pilares fundamentales en que estas personas basan su vida diaria, y estos valores representan mucho más que simples palabras o ideales, representan un sentimiento, un modo de practicar y entender la vida, que llevado hasta el extremo te lleva a dar tu vida en pro de la justa causa que es defender a tu país.

La Delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, se ha sumado a unas congratulaciones que, tras ella, recalcaría el Alcalde de Salamanca, Alfonso Fernández Mañueco. Durante su intervención, Salgueiro, que ha disculpado la ausencia del Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por sus compromisos políticos en Madrid, ha apelado a la unidad de los Cuerpos de Seguridad del Estado para continuar con su brillante labor de servicio a la sociedad.

En un constante halago a la decisión del Ayuntamiento, la Delegada del Gobierno ha dejado clara su posición al respecto del papel esencial, armonizador y base de la convivencia de las fuerzas de seguridad.

Por último, el Alcalde de Salamanca ha calificado a la Guardia Civil y a la Policía Nacional de garantes de la libertad y responsables de que Salamanca sea hoy, lo que es; una ciudad segura y tranquila. El Alcalde ha comparado Salamanca a un crisol en que convergen la cultura, la educación, la seguridad y la convivencia, como bases en definitiva de la propia forma de vida de una ciudad turística y comercial.

"Puedo presumir de que Salamanca es una ciudad segura y tranquila", ha afirmado Mañueco, y ha cerrado su discurso pidiendo a los galardonados que continúen, con la misma dedicación que han mostrado hasta el momento, desarrollando su importante función en la ciudad y en la provincia de Salamanca.

Como punto y final, una reflexión: Mientras en lugares como Alsasua, unos alborotadores, desconocedores máximos de la democracia y el Estado de Derecho, quieren echar a la Guardia Civil de su municipio, aquí en Salamanca es el propio Ayuntamiento el que, en un acto como el de la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad, agradece su servicio a los Cuerpos de Seguridad, y les invita a continuar en su labor. Aquí se ve la diferencia, el talente, y la talla política de unos y otros consistorios, partidos, personas.