Jubilar Teresa, ¿también en Alba?

Hace un mes conocíamos la noticia de que el Papa había concedido a la Diócesis de Ávila acoger la celebración de un Año Jubilar cada vez que el 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús, caiga en domingo. Es decir, a partir de 2017, en la cadencia de 6-5-6-11 años ya sabida por los ciclos jacobeos. Junto a las ciudades santas, y por tanto jubilares, de Jerusalén y Roma, Santiago de Compostela es la otra gran referencia de los jubileos para los cristianos, lugar de peregrinación constante y fuente de perdón gozoso periódicamente desde 1126. Los otros jubileos perpetuos, además del anual de la Porciúncula, "el gran Perdón de Asís", también son españoles: uno muy antiguo, que se remonta a 1512, el de Santo Toribio de Liébana con su gran reliquia del Lignum Crucis. El de Urda (Toledo) y el de Caravaca de la Cruz (Murcia), concedidos por Juan Pablo II, también están vinculados a la devoción a la Vera Cruz. Aún más recientes son el del Santo Cáliz, que Valencia podrá celebrar cada cinco años, y este Jubileo Teresiano otorgado en continuidad con la conmemoración del Vº centenario del nacimiento de la Santa en 2015.

Sin duda, es una gran alegría para todos los cristianos, y en particular para los españoles, que los lugares donde Teresa nació, profesó sus votos religiosos e inició sus reformadoras fundaciones sean señalados como enclaves jubilares, y de este modo sugeridos como un medio de gran ayuda para renovar la vida espiritual. Atendiendo a la personalidad de Teresa, apóstol de caminos y peregrina incansable, se me ocurre que todas sus fundaciones originales podrían tener parte en este jubileo, aunque se limitara a la fecha de cada fundación y a las dos fiestas teresianas de agosto y octubre. Si esto descentrara en exceso el sentido de un año jubilar y no pudiera darse, al menos parece razonable que no quede fuera de esta propuesta el sepulcro de la Santa en Alba de Tormes, Diócesis de Salamanca. La iglesia de las Madres Carmelitas, donde se custodian los restos de Teresa, habría de ser lugar jubilar como su casa natal o los monasterios abulenses. No debiera haber problema en que la Santa Sede completase la concesión a la diócesis vecina con una ampliación que incluyera al sepulcro albense, lo cual enriquecería pastoral y espiritualmente el Año Jubilar Teresiano 2017 y los sucesivos.