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"Eppur si muove" (Y sin embargo, se mueve)
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"Eppur si muove" (Y sin embargo, se mueve)

Actualizado 06/10/2016
Gustavo Hernández Sánchez

Menos es nada

No hay pruebas documentales que atestigüen que Galileo hubiese pronunciado esta frase después de abjurar de sus teorías tras el famoso juicio a que le sometió la inquisición romana. Stillman Drake, en su obra Galileo at work. His Scientific Biography (Galileo en el trabajo. Su biografía científica), considera que, de haberlo hecho, en todo caso, no habría sido ante los hombres que lo juzgaron, sino seguramente después. Pero este no es el tema que nos ocupa en esta ocasión.

"Eppur si muove" (Y sin embargo, se mueve) | Imagen 1

La pasada semana (25-28 de septiembre) se celebró en Liverpool la Conferencia del Partido Laborista británico, que ha resultado en la esperanzadora victoria de Jeremy Corbyn, un diputado que, a pesar de que algunos se empeñen en considerarlo como algo del pasado, sigue considerándose marxista. Menos es nada. Para Corbyn, como para mí y muchos otros, los efectos devastadores de la crisis económica entre la clase trabajadora ha devuelto, probablemente con más razones que nunca, la necesidad de un pensamiento, sino marxista, al menos sí preocupado por hacer disminuir las desigualdades sociales y por combatir los nefastos efectos del neoliberalismo. Unas desigualdades sociales que la crisis económica no han hecho sino aumentar alarmantemente, también en Inglaterra.

Y como da la casualidad de que me encuentro por Liverpool realizando una estancia de investigación, decidí acercarme. La impresión que me llevé fue positiva. Hasta ese momento mis impresiones sobre Inglaterra se habían centrado en constatar el fracaso de las políticas neoliberales, que aquí fueron llevadas hasta sus últimas consecuencias durante el gobierno de Margaret Tatcher en los ochenta. En el norte de Inglaterra, ciudades como Birmingham, Liverpool, Leeds o Manchester, en ese orden, difícilmente habían podido superar la situación a que les relegó la "reconversión" de su economía (a excepción quizá de Manchester) y ya se veían azotados por una nueva crisis. Pasear por los extrarradios de estas ciudades (no se asusten, para los que nos gusta la geografía urbana esto es normal) inevitablemente me traía a la mente los pasajes de la obra de Owen Jones, Chavs: The Demonisation of the Working Class (Chavs -que es algo así como "cani" en España- La demonización de la clase obrera) y que yo había consultado en su versión original en otra visita a Inglaterra en 2011. La obra después llegó a España y hoy es bastante conocida, mucho más después del apoyo que este autor ha mostrado hacia Podemos en nuestro país, del mismo modo que aquí apoya a Corbyn, tratando, desde mi punto de vista, de generar una especie de fenómeno parecido, capaz de cambiar el escenario político en Inglaterra. Entonces pensé que el libro no era para tanto, pero estaba en el sur de Inglaterra (área metropolitana de Londres). Hoy me doy cuenta de que la obra de Jones daba en el clavo, por eso quizá se popularizó tanto.

Pero las cosas no son iguales allí que aquí. La cuestión más inminente y que ocupa todos los debates es el tema del "Brexit". Incluso los laboristas debaten si se deben cerrar las puertas a la inmigración procedente de la Unión Europea o no. La propuesta de Corbyn es que no. Los españoles y las españolas tenemos mucho que perder en esto, puesto que Inglaterra es uno de los países que mayor inmigración recibe procedente de nuestro país. Los medios de comunicación españoles y europeos en general vendieron que la cuestión del "Brexit" era una reacción conservadora por parte de las personas más mayores de Inglaterra como respuesta a la crisis económica. Lo mismo que pensamos allí del voto al Partido Popular, según opiniones de sobra acreditadas, como puede ser entre otras la de Carolina Bescansa. Creo que se equivocan, pero no tengo datos para corroborarlo (discúlpenme los y las positivistas de la sociología; después de todo, ellos y ellas también se equivocan frecuentemente en las estimaciones del voto). La gente joven también ha votado "Brexit", lo mismo que en España los y las jóvenes también votan al Partido Popular (al menos en Salamanca -si no, los números no cuadrarían-). Muchos miembros del Partido Laborista también han votado y defendido públicamente el "Brexit", y no sólo los más mayores. En un editorial del diario The Guardian (15 de junio de 2016), Lisa Mckeinze defendía que el "Brexit" era la única forma de que la clase trabajadora (working class) pudiese cambiar las cosas. De hecho, afirmaba que muchos trabajadores y trabajadoras británicas estaban hartos de que se les considerase racistas o ignorantes por su voto. En este sentido, la salida de la Unión Europea, igual que en España, bien puede ser considerada como una respuesta frente a las políticas de austeridad puestas en marcha por la troika, las cuales parecen haberse olvidado por completo en la actualidad del panorama político español. Es como si, a pesar de todo el chaparrón, la culpa fuese encima de los ignorantes trabajadores y trabajadoras inglesas, aquellos y aquellas que no hacen sino pagar las consecuencias del fracaso neoliberal.

"Eppur si muove" (Y sin embargo, se mueve) | Imagen 2

Pero aquí, y sobre todo después del "Brexit", las cuestiones sobre la denominada "política de austeridad" siguen debatiéndose. Y en ese plano, parece claro que la Unión Europea representa un claro escollo a poner en marcha casi cualquier política social. Del mismo modo que lo son aquellas cuestiones de carácter "global" que inevitablemente afectan en las cuestiones locales, y no me refiero sólo al capitalismo financiero que somete toda nuestra realidad. El tema de la migración, por ejemplo, que nos habla de ciudadanías atravesadas por los conceptos de clase, sin ninguna duda, pero también de raza, cultura o incluso género. De nuevo, en estas cuestiones, la geografía urbana se convierte en un claro exponente de los "múltiples" espacios y de las "múltiples" realidades que cohabitan un mismo lugar, como puede ser la ciudad de Liverpool.

Corbyn me ha parecido valiente. Enfrentándose a la opinión mayoritaria, incluso dentro de su propio partido, ha puesto énfasis en las cosas buenas que aportan las personas migrantes. La gente que ha votado por él también me ha parecido valiente. Veremos cómo afrontan el más que probable adelantamiento de elecciones, cuestión sobre la que me muestro más reticente. Me alegra saber que entre las filas de Corbyn también hay personas que piensan que las instituciones y la vía electoralista no son el único camino, lo que me indica que, sin embargo, algo se mueve. Una lección de unidad que también nos sería muy útil en nuestro país, especialmente al calor de los últimos acontecimientos acaecidos en algunos partidos políticos.

Liverpool, primeros de octubre de 2016

En las imágenes, del autor, carteles a la entrada del Congreso del Partido Laborista y aspecto de una calle de un barrio popular de Liverpool (Wavertree).

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