El vuelo del cormorán II parte (final)

Ella prosigue su discurso, él asiente lentamente con la cabeza.

-Podría decirle más cosas, como que una dama no reaparece falsificando la identidad de la amante, que es usted una aventurera, no me va engañar. ¿Qué pretendes? ¿Otra vez Mery? ¿Otra vez?.

El tono se había vuelto confidencial, no duda la bella en acercarse a la ventana y decir

-Ves, allí fue donde estalló la bomba, no he muerto Alberto, me rescataron, salí a delante llena de cicatrices, y ahora busco un trabajo, que tú puedes darme, por lo mucho que nos amamos ¡Alberto no me dejes en el fango!.

-¿No te has casado?

-¡No!, solo te ruego que me escuches

-Hemos terminado una cruenta guerra los trabajos son muy escasos. Posiblemente no será difícil que usted se coloque en algún hospital l-vuelve a utilizar el usted-

-Esa no es mi intención

Habla serena, como si temiera que el tiempo no se agotara.

-¿A dónde piensa ir ahora? Pregunta él con tono jovial, mientras para su interior piensa "ya no puedes causarme daño"

-Regreso a mi ciudad, el cometido está cumplido, su secretaria tiene un sobre, con todo lo que ha de hacer, mejor con todo lo que? querido has de hacer

Clava sus ojos verdes grisáceos en los de él, es una mujer segura de la misión encomendada.

-Puedo acompañarte, si has de cruzar el puente, como dices, resulta peligroso, siguen los escapados ocultos, bajo sus ciegos ojos de los arcos del puente. Dame tu brazo contemplaremos una vez más los cormoranes. ¡Están tan llenos de energía como tú!

-Pensar que cruzábamos diariamente el puente varias veces, y nunca me has pedido que nos fijáramos en los cormoranes

-Es qué ahora el cormorán eres tú

Llegan al puente, después de caminar lentamente por las empedradas calles

-Mira como se sumergen y emergen.

Los dos se ven envueltos por la bruma. Los dos se asoman al río y sin mirar la bella mujer dice

-Aquí termina nuestro paseo

-No por favor?otra vez no -Grita Alberto-

Sobre la mesa auxiliar están colocados como cartas de una baraja, varios diarios nacionales

El Pais, muestra la foto del pequeño Joel. Disparos al alma repite en voz alta, otras imágenes fotográficas que muestra el diario Mundo, Nuevo Diario, Provincias.

Desgrana lentamente aquellas noticias, que rompen el alma del viejo Alberto:

Un adolescente de 20 años fue hallado en la frontera con Italia, es eritreo y logra entrar en Europa escondido dentro de la valija, cruza la frontera entre Italia y Suiza, donde finalmente es descubierto y deportado por los guardias suizos a su país.

-Otro más, igual que entonces, que no duda en arriesgar su vida para conseguir ver otro horizonte.

Es la gran tragedia del siglo XXI. El Mar Mediterráneo es un cementerio humano, miles de refugiados llegan al continente, entre la indiferencia -el bucle se repite- Millones de judíos, gitanos asesinados, en otro lugar millones de rusos son acribillados por las hordas marxistas, y todo ante la total indiferencia del mundo. Criticas, si, igual que entonces, olvidamos que la gente huye del habre, de la muerte, y no duda en dejar sus vidas, en barcos, camiones y campos de refugiados.

Otro caso, que ayuda a que no se quieran comprometer los gobiernos, una muchacha joven, inventa que es violada por un refugiado, luego se desdice, no ha sido tal violación, si no un consentimiento sexual, pero esa mentira hizo que hayan quedado prohibidos los baños para extranjeros en piscinas y zonas comunes.

Una iglesia de Suecia convierte a los refugiados musulmanes al cristianismo.

Alemania dispuesta a ceder ante el chantaje de Turquía

Otros hablando de reflexiones?.

-Salir de la pobreza es una aspiración legítima de todo ser humano, pero desde mi postura escéptica me pregunto ¿Es capaz Europa de resistir cien millones de inmigrantes en diez años?

Quiero llamar limbo a los que gobiernan, viven en la placidez, y el tiempo corre.

Los refugiados tienen ilusiones como nosotros y derecho a ser felices, por lo cual merecen que mentes pensantes busquen la mejor solución, que no es precisamente el buenismo.

Puede ser una buena idea, o una solución menos mala, la creación a medio plazo de un protectorado bajo mandato de la UE, y extensos campos de refugiados en suelo europeo, mientras no se ve horizonte, pero claro, sin libre circulación, se discuten las cuotas. A veces creo que hablamos de gentes, como si fuera animales, y vuelve la historia a repetirse, hacinados en trenes, con destino a los campos de exterminio, aquí no se extermina, pero el efecto llamada y la impotencia ante una emigración de proporciones masivas es un tema a tratar con mucha delicadeza.

Sigue mascullando el viejo médico:

-Se tomaran medias cuando ya sea demasiado tarde, cuando la vida de miles de personas depende de decisiones y actos en el momento.

Tomar un camino u otro, puede hacer que el fantasma de Mary vuelva, y tengamos que volver a cruzar el puente para escuchar el canto del cormorán, para sentir su cuerpo frío incorpóreo, con un beso marmóreo?por favor hagan algo, hagamos mucho, que podemos.

Señorita ¿ha entregado el sobre?

-Si señor, ante el Consejo de Administración, lo he dejado en las mismas manos del Sr Presidente.

-Muy amable, puede retirarse.

Mi aportación al consejo ya la he tomado, mis palabras tomaran vida al difundirlas y entonces seguramente yo no las oiré, pero dirán

-Era un loco, dirán unos, otros que un visionario

Ya no me importará lo que el mundo pueda opinar...

La ampolla que ellos no quisieron aplicar en forma intravenosa, yo si la he aplicado, y la conclusión, será la respuesta que ustedes quiera dar...Diagnostico y tratamiento ha sido cursado

Todo desde la prudencia y el decoro, con la serenidad que dan los años.

-¿Crees que algún día volveremos a vernos?-suplica Alberto-

-No puedo saberlo-responde Mary

-Te preguntas ¿cual es ahora mi deber en el mundo?

-¡Vivir por ti, y por los miles de refugiados que persiguen un milagro, como hace años lo perseguimos tú y yo!

No hemos encontrado, y nos hemos despedido, ahora deja que abra la puerta de niebla y me vaya

-Te acompaño

-Sabes que tu misión no ha hecho más que empezar

Alberto vuelve a sentarse al igual que cuando era niño, oculta entre sus manos el rostro.

-Siento miedo, tristeza, es algo tan diferente a lo que he mordido otras veces, a lo que he sopesado, de pronto se que hay algo muy fuerte, más que el egoísmo, la mentira y el dinero, se llama codicia. Mary, gracias por el regreso.

La guerra está qui, muy cerca, en cada esquina surge el terror. El cazador no se mueve sin ser reconocido, espera hacer el mayor daño posible. La vuelta de la guerra con sus botas de siete legüas cruzan el mundo

Isaura Díaz de Figueiredo