Sábado, 20 de abril de 2024
Volver Salamanca RTV al Día
Espectacular y peligroso segundo encierro con novillos de Ignacio López Chaves
X
ESTA TARDE NOVILLADA CON RAÚL MONTERO Y CÉSAR MUÑOZ

Espectacular y peligroso segundo encierro con novillos de Ignacio López Chaves

Actualizado 26/08/2016
Redacción

ALDEADÁVILA | Uno de los novillos se paró en la calle a la entrada del pueblo y provocó momentos de serio peligro para los aficionados

Este viernes se ha visto en Aldeadávila de la Ribera uno de esos encierros que sus aficionados buscan durante todo el verano. Los novillos de Ignacio López-Chaves lo hicieron posible, aunque para ser más preciso, lo hizo uno de los cuatro previstos para la lidia esta tarde por los alumnos de la Escuela de tauromaquia de Salamanca, Raúl Montero y César Muñoz. Un torito castaño se resistía a seguir a sus hermanos y a los mansos cuando entraba en las calles ribereñas, hoy con menos gente de lo habitual debido a las intensas lluvias que parecían a mitad de una verbena amenizada por La Huella.

La mañana se presentaba, desde que intentara hacerse un hueco el sol entre las nubes, contraria al festejo, con lluvia sin cesar, rayos y truenos, un día más propio para ir en busca de caracoles que de asistir a un encierro. Solo durante unos segundos el cielo dejó de llorar para ver pasar el segundo encierro de las fiestas de Aldeadávila, en el que estaban previstos cuatro erales de Ignacio López-Chaves, bien presentados, dos negros y dos castaños, bonitos.

El camión de La Huella se atascaba a la salida de la plaza debido al barrizal, lo que requería el apoyo de una máquina excavadora. Al final su salida permitía a los empleados municipales afanarse en montar el tablado en la entrada al coso y junto a los toriles. El coso, un barrizal, con riesgo para los corredores incluso antes de su entrada.

Así las cosas, la mayoría de los aficionados trasladaban sus preferencias para la carrera a la zona de la calle Mimbreros, y fue en este lugar donde más se disfrutó del encierro, espectacular al mismo tiempo que peligroso porque los aficionados vivieron tres encierros en uno y durante varios minutos un novillo permaneció solo en la calle sin más entretenimiento que los corredores y aficionados apostados en las paredes.

La bomba de salida del prado del Rocoso se escuchaba con cierto retraso, aunque la manada no tardó en percibirse en la zona del matadero. Quince minutos después del bombazo aparecían en Mimbreros los primeros caballistas con la manada de mansos y tres novillos. Sí, el público se percató al instante de que faltaba uno de los erales, por lo que nadie bajaba de su atalaya. Instantes después uno de los caballistas regresaba del coso aldeaviluco tras dejar los astados para su encierro en los toriles y advertía de que uno de los novillos se había parado en la zona del matadero viejo, a la entrada del pueblo.

No había pasado un minuto que otro de los caballistas había partido hacia la plaza en busca de los mansos cuando varios aficionados iniciaban la carrera en la parte más alta de la calle, señal inequívoca que el de Gejuelo del Barro había arrancado de nuevo Mimbreros abajo. Pero hasta la llegada de los mansos la espera fue eterna, aunque no trascurrieron demasiados minutos, especialmente por la incertidumbre de un novillo que le costaba desplazarse hacia la plaza y seguir a los corredores que le citaban en esa dirección.

La llegada de los bueyes y los caballos parecía la solución, y lo fue, pero a la segunda. En el primer encuentro el novillo hizo por uno de los caballos y de no resbalarse hubiera puesto en apuros al jinete. Aunque para apuro el que pasaron varios aficionados apostados en una pared, que tuvieron que permanecer sin pestañear durante unos segundos para evitar que el eral les embistiera. De haber sido así el encierro hubiera discurrido bien distinto. El novillo volvió a quedarse atrás cuando los mansos dieron la vuelta en la calle y el de Gejuelo miraba al público sin saber muy bien qué hacer.

Caballistas y bueyes regresaban sobre sus pasos y, ahora sí, arropaban bien al eral hasta llevarlo a la plaza. En definitiva, extraordinario, espectacular encierro a la vez que peligroso, por lo que la mayoría de los aficionados se mostraban contentos a pesar de la lluvia, y es que 'el que la sigue la consigue'. Tras la novillada prevista para las seis y media de esta tarde, la noche, si la lluvia lo permite, tendrá una nueva verbena, en esta ocasión amenizada por la orquesta Ledicia.

Por otro lado, mañana sábado se correrá el tercer encierro de las fiestas con novillos de Herederos de Santos Alcalde. Como días anteriores, será a las nueve de la mañana. Por la tarde se celebrará una nueva novillada, en esta ocasión con la actuación de los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, Antonio Grande y Alberto Alcalá. Y en la noche la última de las verbenas con la orquesta De la Luna.

PARA VER EL PROGRAMA COMPLETO DE FIESTAS, PINCHAR AQUÍ

Comentarios...