El CD Guijuelo pincha en su segunda prueba de pretemporada (2-0)

El Club Deportivo Guijuelo afrontó esta tarde la segunda prueba de pretemporada con el partido ante el Atlético Tordesillas en el Estadio Municipal de Las Salinas en tierras vallisoletanas. El conjunto verdiblanco perdió por dos goles ante el conjunto blanquivioleta, que actualmente milita en el grupo octavo de Tercera División.

El partido comenzó oportunidad para los locales. Ruiz botó una peligrosa falta en el minuto 3 ante el guardameta Carlos que se fue rozando el poste derecho. A partir de entonces, el conjunto de Mateo García mejoró su juego y ganó terreno ante el rival. Pero el primer tanto del Tordesillas llegaría en el minuto 22, obra de Raúl a pase de Ruiz, que tras recibir el balón se enfrentó al guardameta verdiblanco y lo batió con un tiro cruzado. El Guijuelo demostró su calidad aumentando la posesión del esférico y buscando los huecos. Tras un susto de Villa, el partido se marchó al descanso con el uno a cero a favor de los locales.

Tras la vuelta de vestuarios, el Guijuelo mostró las garras con una ocasión de Mikey Rodríguez. El jugador británico remató con buena puntería en el minuto 50, pero el guardameta local, Kike, salvó sobre la línea. Ya en la media hora final, se realizaron cambios, Adrián por Kike en los locales y triple cambio los chacineros, se marcharon Carlos, Luque y Raúl, y entraron Royo, Antonio Pino y De la Nava. Más tarde se incorporaría Adriá sustituyendo a Carmona. En el minuto 65 el Guijuelo volvió a tener el empate en bandeja, con un potente disparo de De la Nava, pero sin suerte. Última ronda de cambios, con la entrada de Pepe y Ángel y la retirada de Mikey y Ochoa por parte de los verdiblancos. Y en la recta final, minuto 83, Héctor se hizo con el balón en el área de los visitantes y tras encarar la portería, marcó de tiro cruzado. Segundo tanto para el Atlético Tordesillas que dejaba pocas opciones para los locales. Los de Mateo García no se rindieron y aún tuvieron tiempo de intentar el gol del honor, con una vaselina de Aitor Aspas que salvaron los locales de nuevo in extremis.