Y tras la música, devoción

Acabado el concierto de La Estrella, se permitió a los fieles allí presentes el besar los pies de Jesús del Vía Crucis. Y tras la música llegó la

devoción. Poco tardó en organizarse una ordenada y numerosa fila ante el Ecce Homo, de gente deseosa de mostrar su fervor al Señor de San Bernardo.