Coral de Béjar, toda una historia tras de sí

El 29 de diciembre de 1961, a las 20.15 hrs, la Coral de Béjar ofrece su primer concierto en el Casino Obrero, bajo la dirección de Carlos Muñoz, párroco de la iglesia de San Juan, una conferencia-concierto titulada Magia y Hechizo del Villancico Español.

Ese coro, que se mantuvo durante varios años, terminó por quedar sin actividad y fue en 1980 cuando Dolores González, lo retomó dándole oficialidad y convirtiendo a la Coral de Béjar en una asociación debidamente registrada, con unos estatutos que se mantienen aún vigentes.

Desde entonces se ha cantado mucho, han pasado por sus filas numerosos coralistas y algún que otro director que ha ido dejando su impronta, de unos se ha aprendido técnica, con otros a divertirse cantando y con otros lo que nunca debe hacerse en una agrupación coral.

En la actualidad, el grupo que compone la Coral de Béjar es heterogéneo, con intereses y objetivos diferentes, unos están para "mantenerse en voz" de cara a otras agrupaciones a las que pertenecen, otros por compartir una afición con sus parejas, otros por la necesidad de pertenecer a una comunidad, otros por complacer su ego, y algunos porque disfrutan de la música y del placer que proporciona cantar. Pero esos objetivos diferentes quedan aparcados cuando una obra está montada y preparada para ser interpretada sobre el escenario, ese es el momento en que la individualidad debe pasar a un segundo plano para convertir la voz en música.

Una institución en Béjar

Esta agrupación histórica, una de las más antiguas de la ciudad ha celebrado aniversarios, ha colaborado en numerosos actos benéficos y sociales, ha cantado en eventos emblemáticos de la ciudad, como la celebración de El Corpus, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional, el Auto de Pasión que el Teatro Telar pone en escena en Semana Santa, o el Congreso Iberoamericano de Animación Sociocultural que tuvo lugar hace unos años en Béjar; ha viajado a otros países y ha recorrido muchos pueblos de la geografía española formando parte de encuentros con otros coros, compartiendo hermanamientos, camaradería, música y promocionando la ciudad allá por donde va. También ha sido anfitriona recibiendo y organizando conciertos de otras agrupaciones en Béjar, contribuyendo a la dinamización de la economía local, en colaboración con el Ayuntamiento, con quien anualmente firma un convenio de cooperación, que aunque se ha visto reducido en los últimos años, sigue manteniéndose.

El proyecto más destacado le llegó a la Coral de Béjar de manos del que fue su director, José Luis Mate Ormazábal, con laexto

oportunidad de grabar el único disco que tiene la agrupación. Mate Ormazábal musicó varios poemas del escritor Gabriel y Galán, componiendo sus partituras adaptadas a las voces de la Coral de Béjar. El estreno tuvo lugar en los mismos lugares que habían inspirados los textos, donde el poeta pasó gran parte de su vida, Guijo de Granadilla, Frades de la Sierra y Plasencia. Todo el dinero recaudado con la venta del disco fue donado a un programa de ocio para personas con discapacidad y varios voluntarios de la Coral realizaron talleres para formar a estas personas con el objetivo de fomentar el canto como medida de integración. Los derechos de autor sobre las composiciones fueron donados por el desaparecido Ormazábal a la agrupación bejarana.

En la actualidad la Coral de Béjar, además de estar preparando los conciertos y encuentros comprometidos con diversas instituciones y consistorios, trabaja en un proyecto conjunto con miembros de la Orquesta Big Band Route A66 y con el Conservatorio Superior de Música de Castilla y León, preparando la Misa Criolla de Ariel Ramírez y la Pequeña Misa Jazz de Bob Chillcott, de manos de su actual director Daniel Estévez y con el objetivo de organizar giras y conciertos e incluirlo en programaciones culturales dentro y fuera de España.